Después del hito del 23 de junio junto a Los Caballeros de la Quema en su retorno histórico sobre el escenario del Estadio Único de La Plata, un Auditorio Sur Colmado el 16 de agosto y la promesa de una jornada memorable en el legendario B.A. Rock para octubre, De La Gran Piñata se inventó un cielo en medio de la semana y agotó localidades el último miércoles del mes en La Trastienda. La Primera Piedra estuvo ahí y te cuenta la crónica de una auténtica noche piñatera.
A las ocho y media del miércoles todavía quedaban algunos resabios de oficinistas trajeados cerrando algún trato por celular y pateando las callecitas de San Telmo. Pero en el perímetro de La Trastienda, llegando a Balcarce 460, la atmósfera cambiaba radicalmente y comenzaban a vislumbrarse algunos signos del ritual piñatero: la vereda repleta de remeras negras con el símbolo DLGP estampado sobre pechos y espaldas, rostros sedientos de rock, manos ansiosas estrujando las entradas para una gran noche, boquitas humeantes y el milagrito del tetrabrik.
Ya con todos adentro de la sala, arrancaron los primeros acordes de «Escalofríos«, seguido por «Introspectivo«, «Blanco fácil» y «Réquiem«. La primera parte del recital se completó con temas poderosos como «Canción de cuna«, «Las puertas detrás del ropero«, «Josefina«, una gran chacarereada colectiva al ritmo irresistible de «Quizás así«, la lírica minuciosa de «De bar en peor» y esa atmósfera gótico-tanguera que inspira la estructura armónica de «Los asuntos del miedo«.
Fotografía: Gisela Carinelli
Podría decirse que la frontera entre esos dos grandes segmentos del show siempre es «Norte«, un momento acústico entre tanta sana y deseable distorsión, un instante de aire en el que Darío «Panter» Giuliano se queda a solas con su público y su guitarra. Pero el miércoles esa frontera estuvo marcada por la potencia de «30.000 luces» y la desafortunada contundencia de la realidad. Se trata de una canción inspirada por la historia de vida de un hijo de desaparecidos, que en su estribillo dice:
Fotografía: Gisela Carinelli
Tristeza y desesperación
Gritos en la madrugada
Oscuridad en el corazón
30.000 luces apagadas
Si nadie me calla, sabés,
Me van a escuchar gritando
A partir de este momento musical cruzado por lo más duro de la actualidad argentina, los integrantes de DLGP no desaprovecharon la oportunidad que otorga la masividad rockera y -en línea con tantas otras bandas por estos días- el guitarrista Lucas Martínez tomó la palabra y lanzó desde el escenario una petición por la aparición con vida de Santiago Maldonado: «No permitamos que las diferencias que nos quieren imponer nos saquen del foco de lo que realmente pasa; hay un desaparecido más en democracia. ‘Divide y reinarás’ es lo que más se ha usado y nosotros mismos somos víctimas de eso. No tenemos que mirar nuestras diferencias sino lo que tenemos en común. Yo creo que acá nadie quiere un desaparecido más, una piba menos o silenciar a alguien por pensar distinto, así que no importa qué gobierno… ¡Nunca más, loco!», sentenció el músico.
Tras estas palabras, el público tomó el rol protagónico que lo caracteriza y que estuvo presente durante toda la noche para hacer su propia petición: «¿Dónde está?, ¿Santiago dónde está?», rematado por el cada vez más escuchado «Macri, basura, vos sos la dictadura». Muchos de los que estaban cerca del escenario alzaron carteles y pancartas con el rostro de Santiago (tan viralizado en las calles y en los espacios digitales), y esto marcó uno de los momentos más intensos de la noche.
Fotografía: Gisela Carinelli
El mismo compromiso con lo social pudo rastrearse también en el plano musical; cabe destacar la excelencia de esta banda conformada por Darío Giuliano en voz y guitarra, Lucas Martínez en guitarra, Nicolás Persig en bajo y Alejandro Zenobi en batería. Sin embargo, hay que decir que -tal como ocurría con Los Beatles- acá también hay un quinto integrante: el público piñatero, esa masa que ya tiene vida propia y grita «Piñatero, carajo» o «La Piñata al Luna Park». Ciertamente se trata de un comportamiento atípico en el mundo del rock: en ocasiones los fans parecen más papistas que el Papa y en cuanto sus ídolos comienzan a tener éxito, son quienes lanzan la primera piedra. Con los seguidores de DLGP esto no ocurre (al menos no por ahora): ellos desean que a la banda le vaya bien y lo expresan en sus arengas.
La lista siguió con impecables versiones de varias canciones que pueden escucharse en su tercer disco El equilibrio entre los opuestos o en Viaje al centro de uno mismo: con «Ícaro«, «Lunar«, «Veredas«, «Tristeza» y «Sonrisa» el público descargó toda su artillería lírica, y el encuentro cerró con «Adónde se nos fue el sol«, «Fiebre«, «Despertador«, «Tucán» y «Residuos«, que habilitaron el momento del pogo. La frutilla del postre, sin embargo, quedó una vez más en manos de los piñateros, que cantaron por su cuenta y a capella el estribillo de «La historia de la mosca y la araña«.
Fotografía: Flor Domínguez
De La Gran Piñata promete… y cumple. Sin dudas se trata de una de las grandes bandas de la escena musical actual, y el horizonte más cercano y promisorio apunta a un octubre repleto de rock en el Predio Malvinas Argentinas.
PRÓXIMAS FECHAS:
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Viernes 8 de septiembre a las 20 hs: Bahía Blanca (Nuevo Complejo Bailotage – Colón 550)
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Sábado 9 de septiembre a las 20 hs: Mar del Plata (Abbey Road – Av. Jaun B. Justo 620)
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Lunes 16 de octubre a las 13 hs: B.A.Rock (Estadio Malvinas Argentinas – Gutenberg 350)
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Sábado 11 de noviembre en Museum (Perú 535)
