Victoria Aguirre está presa en la provincia de Misiones desde el 2015, acusada de haber asesinado a Selene, su hija de dos años y medio. Victoria denuncia que su ex-pareja, Rolando Lovera, la secuestró y violó por más de una semana y que fue quien mató a su hija. Al momento de su detención, ningún médico ni policía examinó a Victoria para constatar las huellas de la violencia en su cuerpo, y hoy enfrenta un juicio por homicidio agravado que puede condenarla a 35 años de prisión. (Foto: MisionesCuatro)
Victoria Aguirre tiene 24 años y pasó los últimos 2 en la cárcel, esperando su juicio. El 29 de enero de 2015 llegó a la guardia del hospital Samic de Oberá, Misiones, con su hija golpeada en brazos. Fue detenida cuando constataron que la pequeña Selene, de dos años y medio, estaba muerta. La autopsia reveló que murió por un politraumatismo de cráneo causado por un golpe que le provocó una hemorragia interna. La policía detuvo a Victoria esa misma noche, sin constatar que ella también había sido golpeada y abusada. Sin percatarse de que ella también era una víctima.
Victoria fue trasladada pocos días después al penal de Villa Lanús, cerca de la ciudad de Posadas, donde continúa presa hasta el día de hoy, acusada de homicidio agravado por el vínculo. No hay ninguna prueba de que ella haya asesinado a su propia hija, más allá de la palabra de su ex-pareja, Rolando Lovera, quien declaró en el juicio que cuando llegó a su casa Selene ya estaba muerta, y que el trato de la madre hacia la hija «no era normal».
El 29 de enero de 2015 llegó a la guardia del hospital Samic de Oberá, Misiones, con su hija golpeada en brazos. Fue detenida cuando constataron que la pequeña Selene de dos años y medio estaba muerta.
Desde el momento de su detención, Victoria Aguirre denuncia que su ex-pareja la secuestró y violó durante una semana, antes de asesinar a su hija de un golpe en la cabeza. Selene era hija de Victoria con otra pareja que la había abandonado al enterarse del embarazo. Ella estudiaba el Profesorado elemental y vivía con sus padres y su hija. Su relación con Lovera comenzó un año antes del crimen. Seis meses después de conocerlo, se fue a vivir con él a la ciudad de Oberá, Misiones. Según denuncia Victoria, allí comenzó a mostrarse violento y a amenazarla a ella y a su hija.
Victoria comenzó a vivir en un contexto de violencia constante. Denuncia que su pareja le prohibía ir a clases y que rompió su celular para mantenerla incomunicada. La familia de Victoria afirma que sólo tenía noticias de ella a través de Lovera, quien se esforzaba por mostrarse como una familia feliz en las redes sociales. Puertas adentro de la casa, Victoria se encontraba secuestrada por Lovera, quien la obligaba a acompañarlo a su trabajo por las noches y dormir en el piso junto a su hija.
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Al no haber pruebas de que ella haya asesinado a Selene, una de las mayores condenas que recae sobre Victoria Aguirre es no haber denunciado la violencia que vivía para salvar a su hija. «Está tan instaurado socialmente que una madre debe morir defendiendo a una hija que como ella sobrevivió, la Justicia la condena, por mala madre», afirmó Claudia, la hermana de Victoria en un diálogo con Página 12. Los peritos determinaron que Victoria sufría de Síndrome de Estocolmo doméstico y que era víctima de violencia de género.
El viernes pasado comenzó el juicio por la muerte de Selene, en el que Victoria está acusada de homicidio agravado y Lovera, de homicidio simple. El Consejo Nacional de las Mujeres se presentó como amicus curiae y exigió que el caso sea tratado con una perspectiva de género y no considerando los hechos como acontecimientos aislados. El contexto de violencia de género que sufría Victoria viviendo en una casa donde sólo su pareja tenía la llave, soportando golpes y abusos en nombre de su hija, deben ser tenidos en cuenta por el tribunal.
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El martes, antes del inicio de la tercera audiencia, el abogado de Victoria Aguirre recusó al Tribunal Penal N° 1 de Oberá por falta de imparcialidad y el juicio fue suspendido “hasta nuevo aviso”. Afirma que la fiscal hizo un trato diferencial al dirigirse a ambos acusados. En el interrogatorio de Victoria, la fiscal le cuestionó que no haya denunciado a su pareja en el hospital, cuando días antes llevaron a su hija por un cuadro médico. «Yo entiendo, estabas nerviosa, tu hija estaba enferma… Pero se trataba de tu hija…«, señaló, dejando de lado el contexto de violencia psicológica en el que se encontraba Victoria en ese momento.
El martes, antes del inicio de la tercera audiencia, el abogado de Victoria Aguirre recusó al Tribunal Penal N° 1 de Oberá por falta de imparcialidad y el juicio fue suspendido “hasta nuevo aviso”.
Tras la petición del abogado, el juicio quedará suspendido hasta que la Cámara Comercial de Oberá decida si lo acepta o no. El abogado de Victoria afirmó que llevará su reclamo hasta la Corte Suprema de Justicia si es necesario. Mientras esperan la resolución, organizaciones sociales y referentes de la lucha contra la violencia de género exigen que el caso de Victoria Aguirre adquiera la relevancia que merece. Como en los casos de Belén, presa por sufrir un aborto espontáneo en el hospital, y de Higui, detenida por haberse defendido de un ataque sexual, la libertad de Victoria puede estar en manos de las movilizaciones que visibilicen su nombre.