«Soy … y puedo decirlo porque sé quién soy». Esta es la frase que hace 17 años repiten los actores que participan del proyecto de Teatro X la Identidad para cerrar cada una de sus presentaciones, completando los puntos suspensivos con sus nombres y apellidos. Este proyecto es apoyado por Abuelas de Plaza de Mayo y tiene como fin último encontrar a los nietos que aún faltan y desconocen su identidad. El lunes pasado se inauguró en el Multiteatro Idénticos, un nuevo ciclo que contó con la presencia de Dady Brieva como invitado especial, la participación de una docena de actores que protagonizaron sus micromonólogos y el acompañamiento musical de Babel Orkesta.
Dady Brieva abrió este nuevo ciclo con un monólogo en tono humorístico que se extendió más de la cuenta y debió ser interrumpido por un sutil gesto de tijeras detrás de bambalinas. Aún así, el humorista logró sortear este imprevisto con su habitual dominio de la escena, leyó la carta de apertura, presentó al resto de sus compañeros y se retiró ovacionado por el público, con la promesa de dar cierre a sus aventuras de infancia durante la próxima presentación.
Cada micromonólogo tiene su autor, su director y su actor, y la serie cuenta con la dirección general de Daniel Veronese y la coordinación dramatúrgica de Mauricio Kartún.
A continuación, los doce actores se ubicaron en las sillas dispuestas en semicírculo sobre el escenario y, uno a uno, fueron apoderándose de la escena, capturando la atención de los espectadores con los hechizos de sus dones interpretativos. Cada micromonólogo tiene su autor, su director y su actor, y la serie cuenta con la dirección general de Daniel Veronese y la coordinación dramatúrgica de Mauricio Kartún.
La más ovacionada de la noche fue sin dudas la actriz Gimena Riestra con su monólogo Guol Estrit Guol, quien logró desatar las carcajadas más estrepitosas en la platea, con la personificación magistral de una mujer que vive como una burguesa durante la primera parte del mes y como una linyera durante los últimos 15 días. Otros actores que recibieron ovaciones y aplausos enfáticos fueron Martín Slipak (Estar en cartel), con su ironía en torno a la difusión y las críticas de las obras teatrales; Mauricio Dayub (La soledad del referí), quien con su representación de un árbitro solitario generó el vitoreo espontáneo al grito de «Pelado» en toda la sala; y Luis Ziembrowski (Correr), que de la emoción no logró decir la última palabra de su monólogo pero fue respondida por alguien del público, quien la exclamó desde su butaca.
Cada una de estas presentaciones persigue como fin último el hallazgo del próximo nieto, y estos proyectos cobran gran importancia en un contexto donde las políticas de derechos humanos no son una prioridad para el gobierno nacional.
La noche del lunes estuvo plagada de emociones, y al finalizar la función habló una de las representantes en nombre del organismo de Derechos Humanos: «Las abuelas estamos en peligro de extinción. Hoy estoy yo sola en representación de todas, pero cuando vamos en patota somos cuatro o cinco». Luego, dos de los nietos agradecieron la presencia del público y rogaron difusión. «No creemos que estén acá los grandes medios hegemónicos», dijeron desde el escenario. Cada una de estas presentaciones persigue como fin último el hallazgo del próximo nieto, y estos proyectos cobran gran importancia en un contexto donde las políticas de derechos humanos no son una prioridad para el gobierno nacional.
Funciones: todos los lunes de julio y agosto a las 20.30 hs. en el Multiteatro (Corrientes 1283)
Con entrada libre y gratuita: se retiran a las 18.30 hs. en la puerta del teatro (dos por persona)
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