El libro Bouquet Garní – SPAM (La carta de Oliver, 2017) de Griselda García propone entrar a la poesía desde el terreno lúdico, mostrando así las infinitas posibilidades que tiene este género para llegar a mostrar las cosas de una manera distinta a la convencional. Con un gran manejo del humor y la emoción, logrando un equilibro para nada sencillo de hallar en la poesía contemporánea, los versos de la autora juegan al mismo tiempo que impactan.
Sobre la autora
Griselda García nació en Buenos Aires en 1979. Es autora de varios libros de poesía, entre ellos Mi pequeño acto privado (Barnacle libros, 2015) y Ahora (Ediciones del Dock, 2016). También publicó el libro de relatos La madre del universo (Editorial Echarper, 2012). Dicta talleres de escritura y administra su blog http://griseldagarcia.blogspot.com. Acaba de fundar Griselda García Editora.
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Las posibilidades infinitas de la poesía
Se podría decir que Bouquet Garní – SPAM (La carta de Oliver, 2017), de Griselda García, son dos libros. También se podría afirmar que es uno solo; o ninguno, ya que la audacia con la que se manea la autora en estos poemas borra los límites y muestra las infinitas posibilidades que tiene la poesía para llegar al lector. Lo único que hace falta son personas en el estado de atención y emoción necesarios para acusar recibo.
En ese sentido, el primer libro, Bouquet Garní, propone reversiones contemporáneas y nacionales de clásicos de la poesía universal. Así, Fernando Pessoa, Sylvia Plath, T.S. Eliot o Idea Vilariño tienen sus covers argentinos del siglo XXI, donde la fidelidad de la traducción también va a convivir con la fidelidad de los sentimientos y el humor, dando lugar a nuevos sentidos dentro de esos versos. Por ejemplo, puede leerse en «Pa» (versión de «Daddy», de Sylvia Plath): «Tenía diez años cuando te apagaste./ A los trece pensé en tirarme del altillo/ para volver, volver, volver a vos/. Creía que con eso basaría./ Temprano tuve que trabajar/ para pensar que no había tiempo/ ni energía/ para llorar».
Por su parte, el segundo conjunto de poemas denominado Spam, da todavía un paso más allá y propone poemas a partir de la casilla de correo-basura de los emails. Ofertas fraudulentas, remitentes confundidos y ofertas hasta agotar stocks son puestos bajo la lupa de la poesía para ver con detalle el absurdo que nos rodea, algo similar a las partículas que flotan en el aire y que solo cierta luz del día a través de la ventana logra visibilizar. Un ejemplo de esto es el poema «Vello molesto»: «Depilador eléctrico de nariz y oído/ práctico ideal para retirar ese vello/ molesto que se genera en el interior/ de la nariz y el oído./ Totalmente seguro e indoloro no más/ vello asomándose./ Fácil. Rápido. Seguro. / Funciona con 1 pilla AA (no incluida)».
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Como señalábamos al comienzo, ambas partes pueden ser consideradas dos libros por separado, pero al mismo tiempo contienen rasgos comunes que los hermanan y hacen que cada una se potencie gracias a la otra. Con un manejo hábil y filoso del humor y la emotividad, los versos de García logran empatía con el lector atento y desconcierto con el simple voyeur que tenga este libro enfrente.
Si las posibilidades de la poesía para impactar son infinitas, entonces bienvenidas sean estas aventuras que en su picardía guardan también la seriedad de cargar una mirada particular del mundo. En esa dirección, temas tan importante como el rol femenino en distintos ambientes es retratado y denunciado en Bouquet Garní – SPAM sin la necesidad de utilizar un tono diferente, algo muy difícil de lograr y de hallar en la poesía contemporánea. Tal como sostiene Griselda García versionando a Raúl Gómez Jattin: «La poesía es la única compañera/ acostúmbrate a su cercanía/ que es la única».