Los poemas reunidos en Arma blanca de levitación (Ediciones danke, 2017) de Nicolás Todo muestran una amplia paleta de recursos a la hora de la descripción. Pasando por distintos registros y géneros, el conjunto que se forma en este libro pone en jaque lo dado como natural y lo inentendible al mismo tiempo, buscando un sentido donde quizás existan miles o ninguno. Después de todo, ¿para qué sirve la poesía?
Sobre el autor
Nicolás Todo nació en Rosario, Santa Fe, en 1985.
Cómo no ser dicho cuando todo habla
La poesía puede seguir distintas corrientes, o ser como el salmón e ir a contramano, pero la mayoría va a coincidir que su función, en caso de que exista alguna, es poner en jaque lo dado como natural. En esa dirección pueden leerse los poemas de Arma blanca de levitación (Ediciones danke, 2017) de Nicolás Todo, quien se aprovecha de la la flexibilidad de este género, el autor dispone distintos recursos a la hora de escribir.
Alternando poemas extensos, con una respiración cercana a la narrativa, y otros breves, el estilo del autor se puede distinguir a pesar de su propia variedad. Por ejemplo, puede leerse en un tono de clara interpelación al lector: «La paja/ se la estás haciendo al zombi/ ese no es tu placer, sino/ ahí es donde se alinean tus cuerpos/ ahí donde podés manejar un verdadero orgasmo de ser». Sin embargo, hojas adelante, en un tono más retórico, el autor señala: «Qué decir y al mismo tiempo/ cómo no decir/ cómo no ser dicho/ cuando todo habla».
Esa riqueza y facilidad para moverse por distintos lugares va a llenar de frescura a este libro, donde el lector siente intriga por lo que pueda llegar a aparecer frente a sí. Con una postura crítica sin caer en lugares comunes, o posturas denunciatorias ineficaces, Todo propone algo que queda en evidencia en uno de sus poemas: «Utilizar todo lo que exista/ usar la cultura en vez de ser usados por ella», ya que en sus ojos «hay lugar, entramos todos«.
Dueño de cierta irreverencia, sin preocuparse por los «aspectos formales» de la poesía, Arma blanca de levitación destruye para volver a edificar, sin más preocupaciones que la búsqueda poética para retratar -aunque la foto salga movida- lo que no para de moverse alrededor. Se puede leer, por ejemplo: «debo proteger/ lo indestructible». ¿Acaso no es esa una de las funciones de la poesía? Sostiene el propio autor: «Se fue y hay que decirlo/ te tienen que ver/ decirlo». De eso se trata: dejar constancia aún cuando nadie preste atención.