Las y los trabajadores despedidos, desalojados y reprimidos de la planta de PepsiCo siguen manteniendo el reclamo por su reincorporación y la reapertura de la planta. La carpa instalada frente al Congreso tras la jornada multitudinaria que marchó hasta el Ministerio de Trabajo, se convirtió en un punto de encuentro para la organización popular, la solidaridad con los despedidos de todos los sectores y la definición de un plan de lucha. «Mientras nosotros seguimos la lucha contra el cierre de Pepsico siguen los despidos en el país», denunciaron los trabajadores de la multinacional dando cuenta de la situación general contra los sectores obreros. (Fotos: China Díaz)
Luego de la brutal represión y el desalojo sufrido semanas atrás, los trabajadores de PepsiCo se organizaron en la carpa instalada frente al Congreso de la Nación. Allí, recibieron a sindicatos, diputados, periodistas y diferentes organizaciones junto a cientos de personas y familias que se acercaron a dejar sus aportes al fondo de lucha, alimentos y solidaridad con la pelea que están emprendiendo contra la empresa de gaseosas y snacks, sumado al ajuste del gobierno. «Es enorme y nos llena de fuerza el apoyo que recibimos, la campaña de “no compre Pepsico” comienza a tener repercusión», sentenciaron en un comunicado.
Un panorama desalentador
Siguiendo al Centro de Economía Política Argentina (CEPA), de diciembre de 2015 a enero de 2017 se contabilizan 245.466 despidos y suspensiones. Dentro de este número, 74.655 pertenecen al sector público y 170.811 al privado. Por su parte, en el sector privado el mayor porcentaje de despidos pertenece a la industria con el 53,14%, siguiendo la construcción con el 35,49%, el área de servicios con el 9,20% y el sector primario (que incluye la pesca, la minería y la agricultura-ganadería) con el 2,17%.
De diciembre de 2015 a enero de 2017 se contabilizan 245.466 despidos y suspensiones. Dentro de este número, 74.655 pertenecen al sector público y 170.811 al privado.
A su vez, mediante los informes del INDEC se conoce que las empresas que desaparecieron desde el cuarto trimestre del 2015 y el cuarto trimestre de 2016 ascienden a 4.054: la amplia mayoría refieren a empresas de menos de diez trabajadores. Siguiendo al mismo organismo, las empresas más chicas de hasta diez trabajadores han despedido sólo el 10% del total de despidos pero concentran más del 90% de los cierres de empresas, mientras que los cierres en las empresas de más de 1.000 trabajadores representan el 0,2% del total de cierres pero el 73% del total de despidos.
Estos números dan cuenta de una situación generalizada para las y los trabajadores de todo el país y de todos los sectores, evidenciando el accionar de las empresas más poderosas, mientras que la economía, el ajuste y los tarifazos colaboran en golpear cada vez más fuerte a la gran mayoría de la población.
Una lucha de todos
La carpa instalada por los trabajadores de PepsiCo se transformó en un importante centro de difusión y organización para presionar por la reincorporación en la empresa y contra los despidos que están sucediendo en todo el país. «Mientras nosotros seguimos la lucha contra el cierre de Pepsico siguen los despidos en el país y esta semana hubieron 150 despidos en Cresta Roja», así se manifestaron en solidaridad con todo el campo obrero. Durante esta semana, van a estar realizando actividades culturales y asambleas de diferentes colectivos.
La carpa instalada por los trabajadores de PepsiCo se transformó en un importante centro de difusión y organización para presionar por la reincorporación en la empresa y contra los despidos que están sucediendo en todo el país.
A su vez, definieron una nueva jornada de lucha: «Continuar la pelea contra el cierre de PepsiCo con una concentración y corte en el Obelisco el próximo miércoles 26 a las 7:30 AM, para luego marchar hacia el Congreso nacional donde se realizará una sesión en la que queremos que se trate y se discuta también sobre los despidos y cierres, no sólo en Pepsico sino en otras empresas como Cresta Roja y otras. La jornada será para exigir por Pepsico pero también por los cientos de miles de despidos y suspensiones que atraviesan el país», sentenciaron en el comunicado realizado el lunes 24 de julio tras una «nueva reunión de solidaridad junto a organizaciones sindicales y estudiantiles solidarias».
Esta lucha, y su pelea por la apertura de la fábrica, se ha convertido en una causa popular que convoca a diversos sectores trabajadores, organizaciones sociales y partidos políticos contra el enriquecimiento de los sectores más poderosos en detrimento de los más vulnerables. El objetivo será enfrentar una política económica, cultural y social, que condena a la miseria y hambre a gran parte de la población, atacando la organización y toda forma colectiva de solidaridad.