En búsqueda de nuevas formas de acercar el arte a los más chicos, la Asociación Civil Grupo Heterónimos y el equipo de Arte Andarín lanzaron la co-producción los “Los artistas van al jardín”. El proyecto organizará talleres gratuitos en 20 jardines de infantes públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en los que los participantes tendrán la oportunidad de conocer grandes artistas de forma creativa y dinámica. La Primera Piedra dialogó con Leticia Paolantonio, coordinadora de la propuesta.
Lograr salir de las estructuras educativas convencionales no es tarea fácil, menos cuando se trata de abordar temáticas que a veces no son trabajadas con los más chicos tanto como se podría. El proyecto “Los artistas van al jardín” busca precisamente eso: escindir los parámetros tradicionales de enseñanza y ofrecer otras formas de interacción con las obras de reconocidos artistas, como Benito Quinquela Martín, Emilio Pettoruti y Xul Solar. “La intención es acercarles a los chicos las obras desde una mirada diferente, porque vamos a usar proyecciones, juegos y talleres desde distintos enfoques en una misma jornada”, relata a La Primera Piedra Leticia Paolantonio, coordinadora del proyecto.
“La intención es acercarles a los chicos las obras desde una mirada diferente, porque vamos a usar proyecciones, juegos y talleres desde distintos enfoques en una misma jornada”, relata Leticia Paolantonio, coordinadora del proyecto.
Paolantonio es integrante de la Asociación Civil Grupo Heterónimos y coordinadora del taller “Arte Andarín”, que ofrece propuestas educativas a jardines de infantes, primarios y secundarios. Profesora Universitaria en Artes Visuales y asesora pedagógica, utiliza su experiencia en todos los niveles educativos para crear proyectos vinculados al arte y la infancia. Con “Los artistas van al jardín”, las escuelas participantes tendrán la oportunidad de obtener herramientas para introducir grandes pintores en las aulas, sin que sean vistos como modelos “inalcanzables”.
«Mi primera muestra de arte».
“Es algo que vengo haciendo hace años, una estructura que fui creando desde mi experiencia docente”, cuenta Paolantonio. “Funciona muy bien, las proyecciones ayudan a ir pensando, analizando, contestando algunas preguntas. Con el juego, nos acercamos a las obras desde otro lugar, que es más cercano a los chicos y que les permite reconstruir algo, volver a armarlo o buscar un detalle. Algunos son de búsqueda y otros de construcción. Después, la idea es reinterpretar a partir del taller. La intención no es copiar al artista, sino tomar algo de él, por ejemplo si usa formas geométricas o texturas, para luego hacer nuestra propia producción. Cada uno de los chicos trabajará desde una producción individual”.
Las proyecciones ayudan a ir pensando, analizando, contestando algunas preguntas. Con el juego, nos acercamos a las obras desde otro lugar, que es más cercano a los chicos y que les permite reconstruir algo, volver a armarlo o buscar un detalle.
De este modo, los chicos podrán conocer a los artistas jugando y acercándose a ellos como personas sobre las cuales pueden aprender creando. Algo similar se realizó en un proyecto anterior que contó también con la coordinación de Paolantonio: “Mi primera muestra de arte”, focalizado en la parte lúdica y llevado adelante en el Centro Cultural Kirchner, el bar cultural El Bardo y Espacio Enjambre. “En todas estas propuestas, partimos de la concepción de que los chicos pueden consumir productos estéticos y que tienen otra manera distinta a la nuestra de aproximarse a las obras y de participar de lo cultural. La intención es que el arte termine siendo parte de su imaginario de los chicos, casi sin querer, jugando”, afirma Paolantonio.
“Los artistas van al jardín” recorrerá 20 instituciones de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, realizando tres talleres gratuitos en cada una, que alcanzarán de esta forma a aproximadamente 1.200 chicos. La convocatoria está abierta para aquellos jardines públicos que cuenten con salas de 3, 4 y 5 años. Entre los inscriptos se realizará un sorteo del que saldrán los jardines en los que se realizarán los talleres. Las instituciones que no queden seleccionadas recibirán material didáctico, para que también puedan trabajar con los artistas en sus salas.
