El libro Geometrías incompletas (Santos Locos, 2017) de Julieta Dal Verme propone una serie de poemas que tiene como objetivo seguir las huellas de lo que se sabe que no tiene un final concreto, donde es necesario reconstruir a a cada instante todo lo que fue sucediendo para trazar un mapa mental. Con un estilo suave y directo al mismo tiempo, el primer poemario de la autora deja ese mismo gusto agridulce de los recuerdos que por más que intentemos, siempre quedan dando vueltas.
Sobre la autora
Julieta Dal Verme es diseñadora, narradora y poeta. Participa en talleres literarios y entre sus docentes se encuentran Juan Incardona, Pedro Mairal y Ariel Bermani. Fue finalista en el Primer concurso de narrativa Bernardo Kordon 2015. Geometrías incompletas es su primer publicación.
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La misión de rearmar lo incompleto
¿Cómo emprender la tarea de reconstruir un camino que se sabe inconcluso? ¿Cómo rememorar aquello de lo que no estamos muy seguros de cómo terminó o puede llegar a terminar? Esas preguntas aparecen veladas en Geometrías incompletas (Santos Locos, 2017) de Julieta Dal Verme. Si bien la autora elige no cerrar ningún verso entre signos de interrogación, las preguntas se hacen mediante la acción, la reflexión y hasta en las propias aseveraciones.
En esa dirección, lo incompleto va a ser una constante en el primer poemario de Dal Verme, donde las despedidas nunca terminaron de cerrarse, los gestos de comprenderse y las sensaciones de entenderse. Sin embargo, los poemas no se quedan en el lugar cómodo del lamento o la derrota, sino que se camina a ciegas con el coraje de saber que no hay resultado posible, pero se puede llegar a conclusiones parciales, incompletas. No es casualidad, en ese sentido, que en este libro se pueda leer: «no tengo más ganas/ de que las cosas pasen/ quiero que se detengan/ y se queden».
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A veces partiendo desde el yo, otras veces desde una observación falsamente omnisciente, ya que donde está la aseveración también está la duda, los poemas de Dal Verme se muestran sólidos a lo largo de todo el libro. Desde el pensamiento más retraído hasta la acción más cotidiana, todo puede ser objeto de análisis para volver dos veces sobre un momento e intentar mejorar la comprensión. Por ejemplo, en el mismo libro donde se asegura que «en las personas/ lo viscoso/ lo asimétrico/ no se ve/ está todo mezclado/ metido/ entre los huesos», también se puede ver desde otro enfoque el ritual de ponerse cómoda cada vez que se llega a casa.
Así entonces, Geometrías incompletas propone y esconde al mismo tiempo. Cuando se señala que «ninguna palabra / que se haya dicho, o escrito/ pudo, jamás/ conjurar a la muerte», también se puede extender a otros grandes tópicos como el amor, nuestro propio cuerpo o la rutina. Si bien todo puede presentarse, en palabras de Dal Verme, «desmesurado y negro/ como un cielo/ de campamento», siempre va a estar la poesía brindando pequeñas constelaciones para aquellos que, reunidos bajo un fuego precario, busquen algún tipo de señal. De algo tan bello como eso trata este libro de poesía.
