En La Primera Piedra cumplimos tres años de hacer periodismo independiente y autogestivo. Desde aquel 7 de abril de 2014, damos batalla en un contexto mediático concentrado, en el que la agenda noticiosa de los medios masivos replica temáticas sin análisis profundos, que cargan con el sesgo de intereses políticos y económicos en función de los cuales se estigmatiza y se oculta. Es allí donde elegimos aportar esa vuelta de tuerca que en el último tiempo se hizo aún más necesaria, en especial luego de un año y medio de destrucción de políticas de comunicación que impulsaban la desconcentración y la promoción de los medios comunitarios y alternativos.
A tres años de nuestro lanzamiento, en un escenario de recrudecimiento de la violencia institucional y la represión estatal a los sectores más vulnerables, seguimos apostando a los derechos humanos como un tema fundamental en nuestra agenda, para visibilizar lo que otros prefieren callar. En este sentido, no podemos dejar de mencionar nuestro compromiso con la defensa del proceso de Memoria, Verdad y Justicia, que hoy vive un claro vaciamiento en las políticas de Estado, y el juzgamiento de los delitos de lesa humanidad cometidos en el genocidio como un punto central para seguir reparando las heridas que siguen persistiendo en la actualidad.
En este tiempo, también nos consolidamos como un medio que revaloriza la perspectiva de género, buscando deconstruir el sentido común machista arraigado en la sociedad y en sus instituciones. La violencia contra las mujeres ha ganado cada vez más lugar en las agendas, pero muchas veces a costa de un tratamiento incorrecto, que responsabiliza a la víctimas y desconoce las estructuras patriarcales. En un país en el que una mujer es asesinada cada 18 horas, pero donde el feminismo suele ser cuestionado como un movimiento “destructor”, a pesar de su activa militancia para visibilizar la violencia, trabajamos desde nuestro lugar para hacer de la igualdad de género una lucha de todos.
Como sostenemos desde un principio, la literatura es otra forma de conocer la realidad y es imprescindible defender en un contexto de deterioro de la industria nacional del libro. Por eso es que consideramos fundamental la difusión de producciones independientes, a través de reseñas y entrevistas a quienes conforman diversas cooperativas editoriales, y el cuestionamiento sobre géneros excluidos del circuito masivo, como es la poesía. A su vez, seguimos apostando por el fortalecimiento de la cultura independiente que se mueve en los espacios under de la sociedad, con la promoción de espacios culturales, teatros independientes y espacios de memoria que buscan el acercamiento a una historia reciente por medio del arte y la reflexión colectiva.
Desde nuestro espacio, fomentamos una mirada latinoamericana sobre los hechos históricos que nos tocan vivir. Varios países de nuestro continente están atravesando grandes cambios a nivel político y social que van más allá de los nombres de líderes. Ante el avance de partidos derecha y de sucesos lamentables como el golpe parlamentario a Dilma Rousseff, es necesaria una constante contextualización de los hechos, para ser capaces de denunciar retrocesos en las políticas que ya habían obtenido un consenso latinoamericano.
Luego de tres años, seguimos construyendo un periodismo independiente y autogestivo, que defiende la articulación con otros espacios alternativos de comunicación. Más que nunca, los medios independientes debemos estar unidos ante el avance de una cultura neoliberal que amenaza con arrasar cada uno de nuestros espacios. La construcción de este medio, como tantos otros, es la apuesta por la que seguimos optando contra la desinformación y la imposición de opinión pública y lugares comunes que se buscan naturalizar desde los medios hegemónicos. No somos indiferentes ante la realidad que nos rodea y, por ello, a pesar de sus riesgos, elegimos hacer periodismo sin esconder la mano.
Gracias por confiar en nosotros, leernos y seguir ayudándonos a crecer, a construir día a día este medio independiente y alternativo.
