El paro nacional que se lleva a cabo desde la medianoche de hoy busca modificar el rumbo de las decisiones económicas del gobierno de Mauricio Macri. A pesar de las críticas alrededor de los despidos, la precarización laboral y los aumentos de precios, el presidente anunció en una entrevista que «no hay plan B» para la economía y vinculó la medida de fuerza a «minorías que piensan que todo tiempo pasado fue mejor».
«Espero que la Presidenta escuche este llamado de atención. Necesitamos Gobiernos que escuchen y que trabajen para la gente y cerca de la gente». Estas palabras que hoy suenan tan lejanas fueron parte de los dichos del actual presidente Mauricio Macri frente al paro nacional del año 2012, cuando aún gobernaba su predecesora, Cristina Fernández de Kirchner. Mientras los paros en ese entonces debían servir para que el gobierno «reflexione y corrija el rumbo”, hoy se plantean como algo «incomprensible». Los mismos hechos de un lado y del otro del poder parecen verse muy distintos.
«Espero que la Presidenta escuche este llamado de atención. Necesitamos Gobiernos que escuchen y que trabajen para la gente y cerca de la gente». Estas palabras que hoy suenan tan lejanas fueron parte de los dichos del actual presidente Mauricio Macri frente al paro nacional del año 2012″
Durante toda la jornada de hoy se llevará a cabo el primer paro nacional de la era Macri. La CGT ha manifestado a través de uno de sus secretarios generales, Juan Carlos Schmid, que se busca poner en agenda el malestar social que aqueja a los trabajadores en todo el país. La finalidad del paro es marcar límites a las políticas económicas del gobierno de Mauricio Macri, a quien se acusa de ignorar la fuerte caída del consumo y los alarmantes números de la pobreza mientras continúa esperando las inversiones extranjeras aumentando la deuda externa.
A partir de la medianoche, todos los servicios de transporte público de pasajeros fueron interrumpidos y a lo largo del día no funcionarán tampoco escuelas ni universidades. A pesar de que la CGT no planea la realización de cortes en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) anunció el corte del Puente Pueyrredón y una movilización al hotel Hilton de Puerto Madero donde Macri encabeza una nueva edición del Foro Económico Mundial.
La CGT que convocó este paro nacional ha manifestado a través de uno de sus secretarios generales, Juan Carlos Schmid, que se busca poner en agenda el malestar social que aqueja a los trabajadores en todo el país.
Frente a la amenaza de movilizaciones, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich anunció un operativo de policías, gendarmes y prefectos para evitar los cortes. El gobierno porteño encabezado por Horacio Rodríguz Larreta afirmó que en las calles de la ciudad habrá «mucha presencia policial». El Frente de Izquierda se adelantó a señalar la reponsabilidad del gobierno «por las consecuencias que traerá toda acción represiva».
El presidente Mauricio Macri, por su parte, insistió en marcar una diferencia confusa entre la marcha en apoyo a su gobierno que se realizó el sábado pasado y el paro nacional. «Lo importante fue lo que pasó el sábado, que de forma espontánea cientos de miles de personas salieron de sus casas para expresar que verdaderamente creen en lo que estamos haciendo» afirmó el presidente en una entrevista a Bloomberg TV.
El presidente Mauricio Macri, por su parte, insistió en marcar una diferencia confusa entre la marcha en apoyo a su gobierno que se realizó el sábado pasado y el paro nacional.
Restándole toda importancia a los movimientos de oposición a su gobierno que impulsan la medida de fuerza, vinculó el paro únicamente a «minorías que piensan que todo tiempo pasado fue mejor». Cegado por la adhesión a la marcha en apoyo a su gobierno, Macri parece ignorar las fuertes repercusiones que sus decisiones económicas tienen sobre todo el pueblo argentino.