El conflicto docente continúa extendiéndose y ya transita su segunda semana de paro en la provincia de Buenos Aires. El gobierno provincial se niega a ofrecer una propuesta salarial cercana a los reclamos de los sindicatos y el conflicto se estanca cada día más. Los docentes porteños y los universitarios se sumaron al paro de 48 hs. en solidaridad con los docentes provinciales, que todavía esperan la apertura de una paritaria nacional que equipare los salarios de todos los maestros del país. (Foto de portada: Giuliana Sordo)
Los medios de comunicación suelen ubicar a los docentes como héroes de guardapolvo blanco o como inconscientes que solo trabajan 4 horas por día y, con 3 meses de vacaciones, exigen un salario no correspondido. Estas últimas semanas el conflicto docente se ha visto reducido en las pantallas y en las páginas de los diarios a un enfrentamiento personal entre el líder de SUTEBA, Roberto Baradel, y la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, ignorando que detrás de las caras y los nombres reconocidos hay miles de docentes que luchan para que su trabajo reciba una remuneración justa y la educación pública reciba el tratamiento prioritario que merece.
La fecha de inicio de clases estaba pactada para el 6 de marzo en todo el país, pero los docentes bonaerenses, que vienen reclamando un aumento salarial desde agosto del año pasado, decidieron ponerse firmes y exigir una respuesta del gobierno antes de esa fecha. La propuesta original del gobierno era un aumento del 18% a pagarse en 3 cuotas durante el año, pero los docentes denunciaron que ese monto se diluía con lo que habían perdido con los aumentos inflacionarios del año anterior.
La fecha de inicio de clases estaba pactada para el 6 de marzo en todo el país pero los docentes bonaerenses, que vienen reclamando un aumento salarial desde agosto del año pasado, decidieron ponerse firmes y exigir una respuesta del gobierno antes de esa fecha.
Más allá del reclamo salarial en la provincia de Buenos Aires, los gremios reclaman la apertura de una paritaria nacional docente, que se viene aplicando desde el año 2008, luego de la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo. Esta paritaria permite fijar un piso salarial para todo el país que iguale las condiciones laborales de todos los docentes, que luego es discutido por cada provincia y sus respectivos sindicatos. Sin la intervención del gobierno nacional, denuncian los sindicatos que lo que se establece es un «techo» salarial en lugar de un «piso», profundizando las diferencias a nivel nacional.
Más allá del reclamo salarial en la provincia de Buenos Aires, los gremios reclaman la apertura de una paritaria nacional docente. Esta paritaria permite fijar un piso salarial para todo el país que iguale las condiciones laborales de todos los docentes, que luego es discutido por cada provincia y sus respectivos sindicatos.
El gobierno nacional afirma que no es necesaria la apertura de esta paritaria ya que a partir del año pasado el salario docente se actualiza automáticamente según el salario mínimo vital y móvil. También afirma que no le corresponde interceder en el conflicto, ya que no tiene escuelas bajo su jurisdicción. Incapaz de sentarse a debatir los intereses de los sindicatos en pos de destrabar el conflicto, el gobierno nacional dejó el problema en manos del provincial, que decidió dictar una conciliación obligatoria durante la semana pasada para garantizar el comienzo de clases. Esta decisión de cerrar el diálogo fue duramente criticada por los sindicatos y apelada por un el juez Luis Arias, quien calificó a la medida de «inconstitucional».
Foto: Giuliana Sordo
El paro docente se extendió hasta mañana, sumando el acatamiento de los docentes de la Ciudad de Buenos Aires y los universitarios, que reclaman que sus pedidos sean escuchados también en el ámbito nacional. El reclamo se continuará haciendo visible a través de cortes y manifestaciones en distintos puntos de la ciudad y la provincia, mientras que el gobierno de María Eugenia Vidal exige que el conflicto se resuelva «con los chicos en las aulas».
Más allá del reclamo salarial, lo que está en juego es el reconocimiento de la educación pública como prioridad, más allá de las promesas de campaña, para que todos y cada uno de los docentes del país tengan el reconocimiento salarial que merecen.
