La novela Circulación (Modesto Rimba, 2016), de Facundo Martínez, muestra cómo el pánico puede interrumpir en medio de una vida monótona y conformista, cambiando los planes de un protagonista atrapado en su zona de confort. A través de la presencia de Eliseo Verón, una suerte de gurú que marca el camino de dos aspirantes a ser investigadores académicos, este relato se mete de lleno en los laberintos de la mente para dejar ver cómo, en muchos casos, uno puede ser su propio enemigo.
Sobre el autor
Facundo Martínez nació en 1992 en la provincia de Buenos Aires. Estudia Ciencias de la Comunicación en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Circulación (Modesto Rimba, 2016) es su primer libro publicado.
La psicodelia del pánico
Todo parece transcurrir dentro de la chatura cotidiana dentro de Circulación (Modesto Rimba, 2016). Esta novela de Facundo Martínez propone un personaje cómodo, atrapado en la zona de confort que no parece arriesgarse por nada, ni siquiera por amor. El golpe necesario para que las cosas cambien, como si en medio de una hoja rayada encontráramos un sinuoso electrocardiograma, lo va dar la aparición del pánico y los ataques que sufre el protagonista, los cuales van a alterar todo lo que ocurre.
Envuelta dentro de un ámbito académico, uno de los personajes de la novela es el célebre Eliseo Verón, una de las vacas sagradas de la semiótica a nivel mundial. El investigador aparecerá como una especie de gurú que, involuntariamente, guía el rumbo de la radical transformación que sufre León Ayessio, un joven profesor que, hasta ese momento, había dejado que la inercia y la comodidad marcaran el ritmo de una vida poco emocionante.
La potencia de los ataques de pánico que sufre el protagonista no solo alterarán su vida, sino el ritmo de la novela, que empieza a sumergirse dentro del terreno de una psicodelia que modifica todo a su alrededor y que, producto del trabajo del autor, sigue pareciendo aterradoramente verosímil. Así, a través de los ojos del personaje principal de Circulación, podemos ver en primera persona cómo los límites entre lo real y los trucos que encierra nuestra mente son mucho más difusos de lo que pensamos a diario.
Con un estilo simple y fluido, esta novela logra convencer por igual al lector de dos extremos posibles: por un lado, una vida cómoda y monótona sin ningún tipo de aspiración; por el otro, la agresividad de lo desconocido e imposible al alcance de la mano. Escondiendo a veces información importante, incluso al final del libro, Circulación hace honor a la teoría de Verón y muestra un texto abierto a diferentes interpretaciones, renunciando así a la idea de hacer un discurso potente, pero regalando, al mismo tiempo, algo tan mágico como la posibilidad de un libro que mute según el lector.
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