A un año de la anulación de la Ley de Medios, Mauricio Macri firmó otro decreto que permite que los grandes grupos concentrados del mercado de telecomunicaciones alcancen el soñado «cuádruple play». A partir de 2018, las compañías de telefonía celular podrán brindar servicio de televisión por cable y los multimedios podrán legalmente ingresar al mercado de la telefonía 4G, logrando así que una misma empresa brinde los 4 negocios de telecomunicaciones y se fortalezca la concentración en ese sector.
A través del decreto n°1340/16 firmado el 30 de Diciembre pasado, el gobierno de Mauricio Macri terminó de establecer cuáles son sus prioridades en materia de telecomunicaciones, exactamente un año después de haber anulado la Ley de Medios a través de un decreto de necesidad y urgencia. Detrás del argumento de la convergencia y la ampliación de la competencia, el decreto beneficia a los grandes grupos de medios concentrados, que ahora ya no tienen límites legales para expandirse hacia nuevos mercados a través del concepto de cuádruple play.
Detrás del argumento de la convergencia y la ampliación de la competencia, el decreto beneficia a los grandes grupos de medios concentrados, que ahora ya no tienen límites legales para expandirse hacia nuevos mercados a través del concepto de cuádruple play.
Mientras se pensaba la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el debate estaba centrado en evitar la concentración del triple play: la posibilidad de una misma empresa de comunicaciones acaparara los mercados de la televisión por cable, la telefonía fija y la conexión a internet. En ese momento se rumoreaba que la pelea entre el gobierno de Néstor Kirchner y el Grupo Clarín había surgido porque no se le permitió comprar la empresa de telefonía Telecom, lo que hubiese abierto las puertas a liderar los tres mercados.
El reciente decreto de Macri da un paso más y permite a las empresas manejar el cuádruple play: suma a los tres anteriores la capacidad de invertir en las redes de internet móvil 4G, habilitando a su vez a los actuales proveedores de telefonía celular a ingresar al mercado de la televisión por cable.
A pesar de que Clarín en su nota sobre el tema afirma que esta decisión busca «busca promover la inversión, la convergencia y la competencia entre prestadores de servicios de comunicaciones» y que «el objetivo oficial es que bajen los precios y mejoren los servicios», la realidad es que el decreto está pensado a medida de las necesidades de los grupos concentrados.
Actualmente el mercado de la televisión paga es liderado por Cablevisión, que cuenta con un 39% de abonados y el de la banda ancha es liderado por Fibertel, con un 28% de abonados. Cablevisión y Fibertel pertenecen al Grupo Clarín, que el año pasado luego de la anulación de los organismos de control de medios por parte del gobierno nacional, compró también la empresa de telefonía Nextel, a través de la cual podrá ingresar al negocio de la telefonía celular y la red 4G a partir del año próximo. En Junio del año pasado, Nextel compró espectro para desarrollar su red 4G por 138,2 millones de dólares.
Mientras que el Grupo Clarín es el líder de los mercados de conexión de internet banda ancha y televisión por cable, Telefónica es el líder de la telefonía fija con un 45% de abonados y el segundo competidor en el mercado de la telefonía celular (cuenta con un 32% de abonados, superado por Claro con 34%). Es también el segundo competidor en el mercado de banda ancha, contando con un 27% de abonados. Tanto Telefónica como el Grupo Clarín tienen toda la infraestructura necesaria para avanzar en la concentración del universo de las telecomunicaciones.
Hoy se cumple un año de la publicación en el Boletín Oficial del decreto que terminó con la Ley de Medios y los organismos de control que dependían de ella. Esta disolución fue una de las primeras medidas de Mauricio Macri, que no pudo esperar a ser tratada en el Congreso y debió aprobarse por decreto de necesidad y urgencia. Pocos días después de esa fecha, vencía el plazo puesto por la Corte Suprema para la adecuación del Grupo Clarín, que debía desprenderse de algunos negocios para continuar operando sin actuar como monopolio. No solo continuó operando, sino que ahora la ley le permite continuar su expansión.
Hoy se cumple un año de la publicación en el Boletín Oficial del decreto que terminó con la Ley de Medios y los organismos de control que dependían de ella. Esta disolución fue una de las primeras medidas de Mauricio Macri, que no pudo esperar a ser tratada en el Congreso y debió aprobarse por decreto de necesidad y urgencia.
El ministro de Comunicaciones del gobierno de Macri, Oscar Aguad, ha afirmado en reiteradas ocasiones que Argentina no posee medios concentrados, además de ser el autor de la famosa frase «la mejor ley de medios es la que no existe». Coherente con su postura, continúa apoyando medidas que permiten al mercado avanzar sin trabas de la política hacia el horizonte del cuádruple play, que casualmente también es promulgado a partir de un decreto de necesidad y urgencia. Queda claro qué es una urgencia para quienes le marcan el paso a Mauricio Macri.