El libro Los meses (A pasitos del fin de este mundo y Dagas del sur, 2015) de Emanuel Frey Chinelli propone una suerte de diario de viaje a través de la poesía, donde el paso del tiempo y el movimiento constante de las circunstancias traen consigo una fuerza poética que el autor anota de manera periódica. Haciendo un fuerte uso de la brevedad y la potencia de los significados que cada palabra pueda tener, Frey Chinelli juega y provoca al lector.
Sobre el autor
Emanuel Frey Chinelli nació en Quilmes en 1988. Es poeta, editor y guitarrista. Publicó los libros Juan y La ecuación de los mediocres en el 2009 y La sangre (Nulú Bonsai, 2014) las plaquetas Adolescencia póstuma (A pasitos del fin de este mundo, 2013) e Ideal para los lunes (Subpoesía, 2014).
Dirige el sello editorial independiente A pasitos del fin de este mundo.
Sobre el movimiento continuo e imperceptible
El poemario Los meses (A pasitos del fin de este mundo y Dagas del sur, 2015) de Emanuel Frey Chinelli es un libro pensado, quizás desde antes de la primera idea concreta de realizarlo. Con un orden que va guiando al lector, este libro que reúne material publicado en plaquetas y otros inéditos pueden ser leído en clave de bitácora, de cuaderno cotidiano donde se anotan los sucesos desde la mirada poética, confirmando que «la paciencia / está hecha de árboles».
(Leer nota relacionada: ¿Qué es la poesía? #6 Hernán: “Quizá lo que más cerca esté de un poema es donde más lejos esté el que escribe”)
Con un estilo breve que a veces coquetea con los aforismos, Frey Chinelli puede usar como materia prima cualquier materia que esté dando vuelta, desde la naturaleza a elementos coyunturales, jugando con las palabras al mismo tiempo que provoca al lector y le muestra otro costado de las mismas, muchas veces sin contar con los redondeados y acabados que solemos conocerles y las vuelve inofensivas. Puede leerse: «el primer llanto/ no es imitación/ del último».
Con un estilo definido y pensado, Frey Chinelli no cae en jactancias ni arrogancias, logrando que la poesía fluya más liviana de lo que realmente es, para así generar un efecto sorpresa que desacomode el lector y tenga que volver a la hoja para ver donde está el truco escondido. En esa dirección Los meses demuestra que hay vida en la poesía que no recae en yeites más asociados a lo narrativo ni a lo escrito pensando en ser leído en público en una fecha. Las pequeñas cajas poéticas del autor tienen su propio peso a partir de la condensación.
Los meses es, en definitiva, un libro de autor que demuestra que lejos de buscar ciertos atajos efectistas, se puede hacer poesía en el siglo XXI sin dejar de ser atractiva y provocante. Desde una falsa simpleza, Frey Chinelli arma y desarma lo cotidiano desde un punto particular, siempre sabiendo que, en sus propias palabras, «no hay luthier tan ingenuo / para querer competir con los pájaros».
