Los poemas de Un ramillete de rocío (El ojo del mármol, 2016) de Valeria De Vito son una muestra de cómo se puede narrar a través de la poesía. Sin necesidad de hilar acciones ni personajes, la fuerza de la historia de un amor oscilante se traza a través de imágenes, objetos y sentimientos que se van sucediendo. En ese sentido, las ilustraciones de Andrés Fuschetto ayudan a crear más significaciones e interpretaciones posibles, haciende de este libro un pequeño artefacto complejo para amar y desarmar.
Sobre la autora
Valeria De Vito nació en Buenos Aires en 1977. Estudió Castellano, Literatura y Latín en el I.S.P. Dr. Joaquín V. González. Publicó Colección de fantasmas (El Ojo del Mármol, 2014/ 27 Pulquis, 2015). Participó de las antologías Veni Vidi Vici (2015) y Tacto aguja (Editorial Pelos de punta, 2015).
Dirige el Sello Editorial El Ojo del Mármol y coordina talleres de Literatura y Escritura creativa.
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Sobre el autor
Andrés Fuschetto nació en Buenos Aires en 1975. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano. Es Licenciado en Artes Visuales por el I.U.N.A. Participó de varias muestras grupales y trabaja como docente en la provincia de Buenos Aires. Realizó el taller de historieta con Horacio Laila. Actualmente colabora con la revista digital «27» y con el Sello Editorial El Ojo del Mármol.
Poemas para amar y desarmar
Un ramillete de rocío (El Ojo del Mármol, 2016) de Valeria De Vito es uno de esos libros de poesía que se puede leer como si fuera una nouvelle o un pequeño cuento. No es en su impronta narrativa o en la presencia de personajes o acciones que se va hilando la historia, sino en el ritmo interno de los poemas, en la paleta de colores que la autora elige para invitar al lector a que se sumerja en una historia oscilante.
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Como si fuera una tanda de ropa colgada en una soga esperando a secarse con el viento de la tarde, el tiempo en los poemas de De Vito parece ser una postal de eso: el paso de los minutos lentos, densos e irremediables. Con un amor que no termina de tomar forma, el decorado empieza a cobrar cada vez más importancia, por lo que el romance trasciende a las personas y se deposita en los objetos que componen una vida en conjunto. Así, se puede leer: «Cómo conservar el amor/cómo guardarlo en el jardín,/junto a las flores».
Las ilustraciones de Andrés Fuschetto van en la misma dirección que lo propuesto por De Vito: condensar sentidos, hacer de lo breve una potencia que impacte al lector desprevenido. Los dibujos del autor agregan, modifican y complementan sentidos al mismo tiempo, abriendo una nueva puerta en esa historia que se va armando hoja tras hoja. En esa direción, Un ramillete de rocío es un pequeño libro objeto para mirar con una atención especial, lejos de cualquier lectura pasajera que la brevedad de sus poemas pudiera suponer: «Quiero escribir todo/ todo es amar/ y desarmar/una bomba de tiempo».
Un ramillete de rocío es, en definitiva, una invitación a la poesía que ama y desarma al mismo tiempo una historia que no termina de sujetarse a un sentido, que no termina de empezar ni tampoco de terminar. Valeria De Vito invita a un camino sinuoso lleno de paisajes y amplitudes térmicas pero con un horizonte claro de búsqueda: «Escribo poemas, quisiera saber qué son para vos».