La semana pasada el juez Rodolfo Cecenarro, de Control de Garantías de la Segunda Circunscripción de la provincia de Catamarca, falló a favor del recurso de amparo presentado por vecinos de la ciudad de Andalgalá reclamando el cese de las actividades de la empresa minera Yamana Gold, que llevaba adelante el proyecto de Agua Rica. Sin embargo, aún no es una victoria total para los habitantes de la región, puesto que la suspensión definitiva se concretará luego de determinar si la iniciativa “es viable o no respecto del ambiente mediante una Declaración de Impacto Ambiental».
Después de seis años de que los vecinos de Andalgalá, Catamarca, presentaran un recurso de amparo para declarar la nulidad del emprendimiento de Agua Rica, el juez finalmente falló a su favor. La resolución tuvo lugar luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ordenara en el mes de marzo que el poder judicial de Catamarca dictara una nueva sentencia, para reevaluar los daños que el emprendimiento puede generar. El amparo sostiene que el gobierno local aprobó el proyecto minero de forma condicionada, lo que implica el reconocimiento de problemas ambientales generados por Agua Rica que la empresa no solucionó antes de comenzar las actividades.
El amparo sostiene que el gobierno local aprobó el proyecto minero de forma condicionada, lo que implica el reconocimiento de problemas ambientales de Agua Rica, que la empresa no solucionó antes de comenzar las actividades.
La Corte Suprema consideró además que la justicia catamarqueña habría actuado en perjuicio de lo establecido en la Ley General del Ambiente, que estipula una consulta pública obligatoria previa a la instalación de cualquier emprendimiento que pudiera afectar a la región. Si bien la suspensión no es definitiva y la causa puede ser elevada a la Cámara de Apelaciones, el fallo del juez Cecenarro representa un avance considerable en los reclamos de los habitantes de Andalgalá. El pasado mes de febrero, vecinos de la región viajaron hasta la Ciudad de Buenos Aires para organizar un acampe frente a la Corte Suprema, exigiendo que se expidiera sobre la causa que se encontraba frenada hacía ya tres años.
El emprendimiento de Agua Rica, ubicado en el nevado de Aconquija a 17 kilómetros de la ciudad de Andalgalá, fue anunciado en el año 2009 y, de reanudarse, alcanzaría pleno funcionamiento en 2018. Desde entonces, los vecinos de la localidad, muchos de ellos reunidos en la asamblea El Algarrobo realizaron marchas, campañas y múltiples consultas a expertos para demostrar los efectos nocivos que el proyecto minero tendría sobre la zona. Según un estudio realizado por el Centro de Derechos Humanos y de Ambiente, Agua Rica afectaría a más de cien glaciares de la región, lo que violaría la Ley de los Glaciares, que garantiza su preservación a fines de mantener reservas de agua estratégicas para el consumo humano.
El proyecto se encuentra en manos de la empresa suizo-canadiense Yamana Gold, accionista de Bajo La Alumbrera, el primer proyecto de megaminería que se instaló en el país en la década del noventa bajo la promesa de puestos de empleo y obras de infraestructura. Sin embargo, la realidad se mantuvo alejada de las ideas de prosperidad y desarrollo.
El proyecto se encuentra en manos de la empresa suizo-canadiense Yamana Gold, accionista de Bajo La Alumbrera, el primer proyecto de megaminería que se instaló en el país en la década del noventa bajo la promesa de puestos de empleo y obras de infraestructura. Sin embargo, la realidad se mantuvo alejada de las ideas de prosperidad y desarrollo. Según Alejandro de las Cuevas, integrante de El Algarrobo, los habitantes de Andalgalá tienen dificultades para acceder a servicios básicos como agua potable, luz y gas. Además, de los 20 mil habitantes de la localidad, se estima que sólo alrededor de 100 personas se encuentran trabajando en el sector de la megaminería. La ciudad continúa siendo una de las más pobres de la provincia de Catamarca.
Diversos estudios médicos han demostrado que los emprendimientos mineros presentes en la zona afectan gravemente la salud. De hecho, se registra un aumento considerable de pacientes con cáncer, particularmente en la población más joven. Agua Rica, emplazado en la naciente de los ríos que nutren a Andalgalá, no dista de ser menos nocivo, puesto que varias investigaciones afirman que el emprendimiento no sólo contaminaría el aire y el agua, sino que además podría acarrear aludes e inundaciones.
Hace casi veinte años que la localidad de Andalgalá fue vendida a corporaciones mineras que se instalaron en la región para explotar los recursos naturales, perjudicando al ambiente y a sus habitantes. En este sentido, el fallo de la Justicia es un paso que, aunque pequeño, logró abrirse camino entre las políticas que han seguido las líneas de las empresas multinacionales sin importar la destrucción de la ciudad. El precio irrisorio de una prosperidad ficticia.