«Pertenecemos a este mundo editorial independiente, autogestivo, que cansa un poco de repetir. No renegamos de eso ni hacemos una bandera tampoco, es nuestra forma de hacerlo», sostiene Agustín Arzac, editor del sello EME. En ese sentdo, agrega: «La independencia nuestra es que solo dependemos de la cantidad de lectores que nos consumen». Conocé la historia de esta editorial que apuesta a disputar el sentido desde el ensayo y la narrativa, a la vez que integra uno de los primeros colectivos editoriales que existieron en el país: Malisia.
Sobre la editoral
EME nació como editorial a fines del 2013, luego de 5 años de trabajar en formato revista como Estructura mental hacia las estrellas. Con un catálogo variado que tiene su peso en el ensayo, este sello editorial de La Plata integra junto a Píxel, Club Hem y Malisia Editorial el conjunto de sellos denominado Malisia, el cual agrupa a las cuatro editoriales en la distribución, difusión y puntos de venta. En su corto tiempo de vida, EME ya lleva publicado más de 10 títulos.
-¿Cómo surgió EME?
-Empezó como una revista que se llama Estructura Mental a las Estrellas en el año 2009, en Trenque Lauquen, pero con la idea de analizar lo que pasaba en el campo cultural y político en La Plata, que era nuestro lugar de trabajo y desempeño cotidiano.Tenía el formato de una publicación anual que duró hasta el 2013, donde publicamos 5 números con la ayuda de muchísimos colaboradores.
-¿Cuál era el esquema de esa revista?
-Era una revista que planteaba un tema central en la tapa y después era abordado con diferentes enfoques. La última fue Territorio del oeste, donde queríamos cruzar la idea de territorio y escritura en la que planteamos 20 escenarios que transcurrían en el límite entre Buenos Aires y La Pampa. Abordamos a Manuel Puig en General Villegas, la mal llamada conquista del desierto, Cortázar en los colegios secundarios en el interior. Por ejemplo, hay una anécdota muy interesante que tiene a Rodolfo Walsh cuando todavía era antiperonista sobre un aviador héroe en la revolución fusiladora del ’55.
(Leer nota relacionada: La vuelta a Julio Cortázar en 80 citas)
-¿Por qué decidieron cambiar de proyecto?
-Nos cansó un poco el tema de la revista, hubo cierto desgaste, por más de que nos encantaba, implicaba un esfuerzo muy grande que no podíamos llevar adelante como quisiéramos tanto en lo económico y en las energías. Por eso, decidimos continuar la discusión en formato libro y de ahí surgió la editorial EME, que son las siglas del nombre de la revista. Ahí pudimos condensar el espíritu que tenía esa publicación, principalmente en la colección de ensayos que se llama Plan de operaciones y en la colección de narrativa Fin de lo mismo, donde a veces publicamos junto a Bajo la Luna y otras veces solos.
-¿Quiénes forman parte de EME?
-Es una editorial muy chica, no tiene más de dos años y hay tres editores. No hay mucho más equipo que ese, así que hay que hacer de todo en todas las áreas. Llevamos publicados 11 títulos en cuatro colecciones diferentes.
-¿Qué colecciones tienen?
–Afuera, Revisitados, Plan de operaciones y Fin de lo mismo. Hay una más que no vio la luz todavía, que se va a llamar Mesa de saldo. En los Revisitados, la intención es publicar textos de hace ya unos años, que estén medio perdidos, pero actualizarlos con algún estudio crítico que los ponga nuevamente en discusión. Próximamente, va a salir Decorados, que es un libro de cine hecho por Horacio González y Eduardo Rinesi en el año 92′, donde convocaron a colaboradores y alumnos. En Afuera sacamos los cuadernos de Silvio Mattoni. que tiene una prosa muy interesante y que vamos a reeditar en breve.
-¿Cómo van pensando ese catálogo en EME? Sobre todo teniendo en cuenta que el proyecto no nació como una editorial.
-En principio, fue continuar algunos debates que quedaban acotados en la revista y que necesitaban otro formato o dispositivo para continuar la discusión. Más o menos la línea editorial de la revista sigue, pero en colecciones distintas. Cada editor tiene su colección favorita de todos modos y también aparecen nuevas oportunidades cuando estás en el ruedo editorial.
Pertenecemos a este mundo editorial independiente, autogestivo, que cansa un poco de repetir. No renegamos de eso ni hacemos una bandera tampoco, es nuestra forma de hacerlo. La independencia nuestra es que solo dependemos de la cantidad de lectores que nos consumen. De todas formas no elegimos qué publicar por si se vende o no, tenemos otro tipo de criterio.
-¿Qué pensás que distingue a EME dentro del mundo editorial?
-Nada, son todas iguales (risas). Quizás algo que nos distingue un poco es que no tenemos colección de poesía, pero más que distinción es una diferenciación. Sí se puede pensar que en La Plata no hay editoriales que estén editando colecciones de ensayos con una línea político y editorial, no hay un sello que esté apuntando al debate como posibilidad editorial tal vez. Pertenecemos a este mundo editorial independiente, autogestivo, que cansa un poco de repetir. No renegamos de eso ni hacemos una bandera tampoco, es nuestra forma de hacerlo. La independencia nuestra es que sólo dependemos de la cantidad de lectores que nos consumen. De todas formas, no elegimos qué publicar por si se vende o no, tenemos otro tipo de criterio.
-¿Qué ventajas y qué desventajas hay en ser una editorial independiente?
-Ventaja es que trabajamos con las personas que queremos y editamos según nuestros propios gustos. Además, hacemos un trabajo colectivo con Malisia que es imposible pensarlo en el mercado.
-¿Por qué?
-Acá se comparte y se cooperativiza hasta el lector, no solo el autor. Somos conscientes de que compartimos el público y generamos la movida para que crezca y alcance. Eso es lo más interesante: aprender a proyectar en grupo y no solo pensar que la superación o el progreso es individual.
-Recién me decías que no publican poesía y en el mundo editorial hay una frase hecha que sostiene que la poesía «no se vende», ¿por qué creés que pasa eso?
-Nosotros no la publicamos por ese motivo, por las ventas. No es nuestra búsqueda. En Malisia mismo hay editoriales que lo hacen muy bien, nosotros estamos con otra narrativa.
Las editoriales que conformamos Malisia somos hijas de ese florecimiento que se dio en estos años gracias a algunas políticas de Estado que favorecieron esos surgimientos. Hoy está rara la situación, porque si en algún momento se las cuidó a las editoriales, hoy se las está descuidando. No creo que antes se haya hecho un trabajo tan importante, pero sí hubo políticas que favorecieron
-¿Cómo ves el mundo de las editoriales independientes? Tanto en La Plata como a nivel país.
-Las editoriales que conformamos Malisia somos hijas de ese florecimiento que se dio en estos años gracias a algunas políticas de Estado que favorecieron esos surgimientos. Hoy está rara la situación, porque si en algún momento se las cuidó a las editoriales, hoy se las está descuidando. No creo que antes se haya hecho un trabajo tan importante, pero sí hubo políticas que favorecieron. En este momento, el mercado avanza y que las grandes editoriales puedan imprimir afuera y cambiar los precios nos afecta. Es importante resaltar que básicamente dependemos del mango que tenga la gente: si hay menos plata, obviamente lo primero que va a recortar es el gasto cultural. Y este gobierno está yendo en esa dirección. Después, en lo que es la política editorial, sigue manejada por algunas editoriales importantes y algunos críticos que han hecho un buen laburo.
-¿Cómo ven el ambiente literario de la Ciudad de Buenos Aires desde La Plata?
-Veo que circula en pocos lugares, como Eterna Cadencia por ejemplo, o la feria La sensación. Hay algunos con los que tenemos más afinidad que con otros, naturalmente, pero está bueno el panorama de crecimiento que hay.
– Las nuevas tecnologías en comunicación y difusión, ¿creés que facilitan ese crecimiento?
-Sí, las redes facilitan mucho. Dos de los libros que editamos los obtuvimos mediante posteos de Facebook por ejemplo. No hemos experimentado con formatos como el e-book, quizás más adelante. Estar en Internet tampoco te garantiza nada.
-¿Cómo se dio el ingreso de EME en Malisia?
-Estábamos en una FLIA atendiendo el puesto con nuestra revista y viendo qué era lo que pasaba en La Plata. Ahí nos hicimos amigos de Pablo Amadeo de Píxel Editora. Con él empezamos a cranear un poco de poner una distribuidora y nos presentó a Francisco y Agustina, de Club Hem, que estaban por editar su primer libro. Ahí encaramos actividades en conjunto y rápidamente surgió la idea de laburar juntos en una distribuidora, un espacio de trabajo y realizar eventos de difusión.
-En ese sentido hay una tendencia dentro de las pequeñas editoriales de agruparse en bloques en vez de competir ¿no?
-Sí, nosotros saludamos eso, hay experiencias muy positivas como La Coop. Nosotros nacimos casi de esa manera. El año anterior, el Ministerio de Cultura nos invitó a distintas provincias del Interior para contar nuestra experiencia y fue muy bien recibido. Nuestro consejo es que no hay que someterse a grandes distribuidoras, hay que hacer convenios colectivos con imprentas para abaratar costos, tratar de unir fuerzas entre todos para potenciar el polo editorial platense.
-¿Qué características tiene trabajar desde La Plata particularmente y no desde la Ciudad de Buenos Aires?
-Malisia es algo que no había en La Plata y casi en ningún lugar. No nos queremos atribuir nada, pero hasta el 2010 aproximadamente no había surgido este mecanismo. Estaban con la cabeza metida en su propio catálogo, sus circuitos y parece que eso ya cambió por el paso del tiempo y el crecimiento. Los stands colectivos de La Feria del Libro son algo muy positivo, por ejemplo.
Contacto con EME
Facebook: EME revista editorial
Web:malisiadistribuidora.wordpress.com/catalogo/estructura-mental/
¿Querés que tu editorial sea parte de la serie Editoriales Independientes?
Mandanos un mail a gustavo@laprimerapiedra.com.ar
