Con padres argentinos, nacido en Italia y criado en Canadá, MATTIYA (Christian Mattia Orué) es un rapero y compositor actualmente radicado en Buenos Aires. Desde chico se interesó por el arte en sus distintos aspectos y se formó para convertirse en un artista multifacético. Estudió teatro en York University de Toronto, Canadá, formación que continuó al llegar a Argentina.
A pesar de que cantó en el coro góspel Afrosound, fue hace dos años que Mattiya rapeó por primera vez en Makena, y desde entonces supo que era lo que quería hacer. Participó en los escenarios del Open Folk en El Universal y del Folk You Mondays en Dama de Bollini y actualmente es parte de Proyecto Disco de Estudio Urbano, un espacio integral de capacitación, formación y producción que depende de la Dirección General de Música y el Ministerio de Cultura de la Ciudad, donde grabó dos de sus canciones: Zandunguea y Kyle. Hoy, Mattiya se prepara para el lanzamiento de su primer EP: The Triangle Project, un trabajo producido musicalmente por Javier Coy Celis (Colombia).
—¿Qué te trajo para Argentina?
—Soy hijo de argentinos que se fueron a Italia en los años ’80. Mi papá fue productor de televisión. Cuando yo tenía 4 años le surgió un trabajo en Canadá, así que pasé ahí toda mi infancia en los suburbios de Toronto. Fui al colegio público y desde pequeño comencé a hacer teatro. Estudié música clásica durante casi 9 años. A los 20 me dijeron “nos vamos a Argentina de nuevo” y me preguntaron qué quería hacer. Y acá estoy.
—¿Qué significa Mattiya?
—Mattia es mi segundo nombre. Significa regalo de Dios. Es mi nombre marcando bien que no quiero equivocarme en mis intenciones al hacer este proyecto. Una manera más de dar gracias al Universo, de actuar siempre con buena intención, y de esperar lo que tenga que pasar. Estoy haciendo mi propio camino. Mi primer nombre es Christian, seguidor de Cristo. Mi vida ya viene cargada con mis nombres. De chico siempre fui curioso. Con las preguntas que hice entendí que hay cosas que nunca voy a entender. Para mí, la música es muy espiritual. No son solo las personas que la transmiten, creo que es algo más lo que da el regalo de la música, y lo sé desde chico. Sólo que no sabía que estaba dentro de mí. With God in mind, you’ll be just fine.
Esta muy bien que este EP se llame The Triangle Project porque está mirando el transcurso de mi vida. Y yo terminé en Buenos Aires, volviendo con mis viejos que son de acá, y acá es donde hice el EP para compartir con gente de mi generación cosas nuevas. Todo parece planeado y diseñado. Entendés más mientras más vivís.
—¿Cuándo empezaste con el rap?
—De donde vengo, la música urbana es muy comercial, y empecé a escuchar rap desde chico, pero nunca me imaginé que iba a terminar rapeando. La primera vez que rapeé seriamente fue en Makena hace aproximadamente dos años. Como me encanta escribir, escribo poemas desde chico y algunas obras de teatro, encontré al rap como na forma verbal y más impactante para transmitir mis mensajes e historias. Ahí fue cuando me empecé a pensar no solo como un rapero, sino como un artista. La primera vez que pude lograr mostrar eso fue en el Sofar Sounds de Buenos Aires de este año.
—Estudiaste casi 9 años de música clásica, ¿el rap no es una suerte de “rebeldía” contra esa Academia?
—Como estudié música clásica en el colegio, no lo tomo muy así. Aunque con mis amigos somos muy nerds de la música y nos encanta, desde chico tuve influencias diferentes. Mi hermana mayor era DJ de Hip Hop, de House y de música urbana, y mi papá mucho de Steve Wonder, mucho de lo afroamericano desde chico en mis oídos.
—¿Cómo te diste cuenta de que querías hacer rap?
—Cada vez que iba a Makena me daba cuenta de que extrañaba estar en escenario. Me encantaba la energía y cuando rapeaba me gustaba la reacción de la gente. Me encantaba la energía y la conexión entre la gente y los músicos. El rap me dio más posibilidades para poder decir lo que estaba en mi cabeza, y comencé a pensar en mi rap y en cómo quiero usar mi voz. Me di cuenta de que quería seguir contando mis historias y mi punto de vista sin importar en qué lugar del mundo estuviera, y en Buenos Aires, el mundo artístico independiente es muy grande y encontré un espacio. Con mis letras siempre hablo de algo serio, impactante, espiritual. Acá hay una voz muy política y socioeconómica en los raperos, cada rapero que sube suele hacer eso, y cuando yo subí a rapear, me di cuenta de que quería seguir mi historia y mi tradición, hablar sobre lo mío, no ser uno más. Para eso usé toda mi herencia artística y di algo diferente.
—¿Por qué nombraste al EP The Triangle Projetc?
—Italia, Canadá, Argentina. The Triangle Project. La idea es que cada canción esté inspirada por diferentes colores, flashes e imágenes. El tirángulo es la forma geométrica más fuerte, para mí también significa familia, es un símbolo que tenemos tatuado con mis hermanos, por eso todas las canciones tienen que ver con eso. En cada canción voy desafiando mi multifacetismo. En el videoclip de Got Me fui director, es más introspectivo. En Zandunguea, que está en etapa de pre-producción, la idea es más ‘en tu cara’ y voy a ser protagonista. Y Kyle lo dejamos para un poco más adelante.
—¿Es un proyecto solista?
—Muchas veces la gente pregunta por mi banda. Soy yo. Hace poco salió un videoclip de Got Me. Yo dirigí el video, dirigí a los bailarines, soy autogestivo. Por supuesto invito a músicos a tocar conmigo. Toqué con Javier Coy Celis, un productor colombiano que también fue el productor de mi EP The Triangle Project. Toqué con él en el Sofar Sounds de Buenos Aires. Cuando toco con alguien les explico que ellos son como mis alteregos, son parte de mí, y tienen que entender a punto lo que es el flash de Mattiya. A veces se ve como una banda porque lo entendieron.
El video Got Me de Mattiya fue seleccionado en el «Top 5: videos de la semana» de la revista Rolling Stone Argentina.
—¿Pensás grabar un álbum?
—Por ahora no. Elegí al estrategia de ser ágil en el proceso creativo y de pensamiento.
—¿Escribís solo en inglés?
—Hace unos días escribí mi primer rap en español, pero nunca estudié español, así que creo que me falta un poco. Sería genial escribir una canción en italiano, una en inglés y otra en español, o una sola que tenga los tres idiomas, pero necesito saber bien los idiomas.
Para mí, la música es muy espiritual. No son solo las personas que transmiten la música, creo que es algo más lo que da el regalo de la música, y lo sé desde chico. Sólo que no sabía que estaba dentro de mí. With God in mind, you’ll be just fine.
—¿Estás pensando en alguna fecha cercana?
—En este momento estoy ocupado con el nuevo video que está por salir, y después sí, me gustaría. Estoy esperando el momento. No me gusta forzar. Las cosas pasan cuando tienen que pasar. Tengo tiempo. Estoy vivo.
—¿Cuál es tu objetivo para este año?
—Que salga The Triangle Project y que llegue a estar en Itunes y Spotify. Me gustaría que MTV y Much Music! vean los videos que están rodando por acá, y sería bueno para el final del año tener planes para una gira por América Latina en 2017. Como Javier es de Colombia estaría bien ir por ahí, primero habiendo recorrido Argentina, con este proyecto. Al mismo tiempo ya estoy trabajando el próximo EP con sonidos más nuevos, más R&B, algo más popular. Este EP es diferente porque Javier no hace sonido urbano, es un Syncpop colombiano con percusión afrocolombiana, que esta muy bueno, y comenzamos con un sonido muy único. Pero por ahí la gente no sabe de dónde vengo y piensa que soy un blanco hipster raro que hace música así, y la idea es que me conozcan como soy, entrar bien único, y después mostrar todas las bases de mi vida con algo un poco más propio del estilo.
—¿Cómo te sentís haciendo música en Argentina?
—El público de Hip Hop acá le gusta lo que hago porque es una fusión y me muestro siendo yo mismo. Es algo muy nuevo acá. El público es pasional. Así son los argentinos. Hace poco hice un show en la Dama de Bollini y se acercó mucha gente a decirme que le gusta lo que hago. Me tratan con mucha dulzura. Y yo tengo todo el amor para los porteños. Me siento uno más. Esta muy bien que este EP se llame The Triangle Project porque está mirando el transcurso de mi vida. Y yo terminé en Buenos Aires, volviendo con mis viejos que son de acá, y acá es donde hice el EP para compartir con gente de mi generación cosas nuevas. Todo parece planeado y diseñado. Entendés más mientras más vivís.