Belén es una joven tucumana condenada a 8 años de prisión por sufrir un aborto espontáneo, a pesar de que ella afirma que no sabía que estaba embarazada. En el marco de este caso y de un nuevo proyecto sobre la interrupción voluntaria del embarazo presentado en el Congreso, el presidente Mauricio Macri y el ministro de salud Jorge Lemus declararon estar en contra de la despenalización del aborto en Argentina. ¿Por qué el poder político insiste en impedir el debate?
«El aborto es el peor crimen que puede cometer el hombre contra su especie». Con esa frase como título, la agencia de noticias Télam publicó ayer una nota de opinión que se viralizó rápidamente por las redes sociales. La nota esgrime los argumentos tradicionales de quienes consideran al aborto un «atentado violento a la armonía de la creación» e incluso acusa al nuevo proyecto de ley presentado en el Congreso de «tratar de imponer la pena de muerte». Pero el mayor problema que plantean notas como esta es cerrar el debate por completo. Si el aborto es un crimen aberrante que se opone al derecho a la vida y corrompe nuestra sociedad, entonces parece sencillo clausurar esa posibilidad y no perder tiempo y energía en plantear escenarios posibles. Mientras tanto, miles de mujeres se practican abortos clandestinos en las clínicas que su situación económica permite costear y arriesgan su vida en procesos quirúrgicos no reglamentados.
Si el aborto es un crimen aberrante que se opone al derecho a la vida y corrompe nuestra sociedad, entonces parece sencillo clausurar esa posibilidad y no perder tiempo y energía en plantear escenarios posibles. Mientras tanto, miles de mujeres se practican abortos clandestinos en las clínicas que su situación económica permita costear y arriesgan su vida en procesos quirúrgicos no reglamentados.
La misma actitud parecen tomar los políticos al ser consultados por este tema. El presidente Mauricio Macri afirmó en una conferencia de prensa en México que no estaba en sus planes abrir la discusión sobre la despenalización del aborto y que él siempre iba a estar «del lado de la defensa de la vida». El ministro de salud Jorge Lemus también se declaró en contra del aborto y aclaró que es una discusión que depende del poder legislativo y no del ejecutivo, en relación a un nuevo proyecto de ley que fue presentado en el Congreso e intenta regular la interrupción voluntaria del embarazo.
#LibertadparaBelén: 8 años de prisión por un aborto espontáneo
El caso que puso en agenda el aborto en los últimos meses fue el de Belén, una chica tucumana de 27 años que fue recientemente condenada por la justicia a 8 años de prisión por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y la alevosía» luego de sufrir un aborto espontáneo en un hospital de esa provincia. Belén llegó al hospital por fuertes dolores y una hemorragia vaginal que resultó en un aborto. La joven declaró a los médicos que no sabía que estaba embarazada, pero ellos igualmente la entregaron a la policía. Desde ese momento, Belén estuvo 2 años en prisión preventiva esperando la resolución del fallo, que finalmente la condenó a 8 años de prisión.
El caso que puso en agenda el aborto en los últimos meses fue el de Belén, una chica tucumana de 27 años que fue recientemente condenada por la justicia a 8 años de prisión por «homicidio doblemente agravado por el vínculo y la alevosía» luego de sufrir un aborto espontáneo en un hospital de esa provincia.
El caso de Belén movilizó a grupos a favor de los derechos de las mujeres, artistas y referentes políticos e incluso llegó a Amnistía Internacional, organización que logró juntar 120.000 firmas para su liberación. Belén, que en realidad es un nombre ficticio para proteger su identidad, publicó una carta donde agradece a todos los que están luchando por su liberación y también confiesa que durante estos dos años que estuvo detenida tuvo miedo de hablar: «Me condenaron solo por dichos, por ser humilde, por ir al hospital, por no tener plata para ir a una clínica y pagar una buena defensa».
Más allá de las opiniones personales de cada uno de los dirigentes políticos y comunicadores, el cual se suele confundir con una verdad absoluta en vez de una mera posición, es necesario que el debate alrededor del aborto se abra en el Congreso y en la sociedad. Muchas mujeres sufren y mueren mientras otros piensan que no es necesario hablar del tema. Una legislación clara con procedimientos establecidos que evite la criminalización de las mujeres que pasan por eventos traumáticos como Belén son necesarios para mejorar la situación de los derechos de las mujeres, junto con un avance en la educación sexual en todos los sectores sociales.