En Ser y ser visto (Zindo & Gafuri, 2015), Pablo Queralt hace público su divertimento con el lenguaje. En una apuesta fuerte por la poesía a través de pequeños textos en prosa, el autor se propone bucear por la riqueza de las palabras sin miedo a los dobles sentidos y a la conjunción de los múltiples sentidos que el lector pueda rescatar de cada texto.
Sobre el autor
Pablo Queralt nació en Buenos Aires en 1955. Es Médico y Poeta. Publicó, entre otros títulos, Cansancio de lo escrito (2001), Un seductor mañana (2004), Poema de la nieve (2009), Escribí mi nombre (2010) y 89 golpes y un whisky (2010). Fue traducido al catalán y al italiano y figura en dos antologías de poetas de Buenos Aires. Es colaborador del suplemento cultural del diario El pregón de Jujuy y el diario Punto Uno de Salta.
El lenguaje como un divertimento
En la poesía contemporánea existe una fuerte tendencia hacia un estilo directo y narrativo. Sin embargo, como en todo, existen excepciones que se ponen en puntas de pie y asoman de lo normal. Ese es el caso de Ser y ser visto (Zindo & Gafuri, 2015) de Pablo Queralt.
En este poemario se puede ver cómo el autor se propone a la poesía como un divertimento, siempre teniendo en cuenta lo serio que un divertimento puede llegar a ser. Ser y ser visto juega con la diversidad que el propio lenguaje trae envasado en su interior y no tiene miedo a los múltiples sentidos que una palabra u oración puede provocar en el lector.
En ese sentido, Queralt inventa su propio juego y hace de la ausencia una de las armas poéticas más potentes. Con un estilo muy particular, la ausencia de mayúsculas, signos de puntuación y otras referencias gramaticales, el autor propone en Ser y ser visto que el lector acepte un juego que, a priori, podría parecer muy personal, pero que, en su interior, esconde algo que abraza a quien lo lea.
Tanto en los primeros poemas en verso que componen el libro, como en las pequeñas prosas poéticas que reinan Ser y ser visto, el autor abre una puerta a la libre interpretación. Por ejemplo, se puede leer: «Un mundo en ese salir a la calle ese día sin otro día esa ansiedad de vivir sostenida que suspende en la polvareda ve su sombra en la nube ahora que escena se aclara con su cicatriz y te devuelva a su cárcel en su lienzo negro».
En una posible hipótesis, se puede pensar que quizás el título del poemario, Ser y ser visto, sea la primera pista para entender el juego poético de Queralt, ya que en este libro el autor plantea la diferencia entre ser y ser visto al mismo tiempo que no tiene reparos en mostrar su divertimento personal con la poesía.
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