«Nuestra reacción política es nuestra producción artística», fue la emblemática respuesta que dieron los integrantes de BIFE, el dúo que atraviesa numerosos géneros musicales desde una perspectiva queer deconstructiva del género binario. «Nuestra percepción de lo político tiene que ver con lo cultural. Nos parece que los cambios políticos más profundos deben venir de los cambios culturales». Esta noche, la banda se prepara para un nuevo show en el Xirgú.
BIFE no es como cualquier otro dúo musical. Formado en 2013 por Ivanna Colonna Olsen y Diego Fantin, dos potencias en movimiento que se encontraron un mismo día en un mismo bar como por obra de algún destino cibernético, y colisionaron en la vociferación de algún tango de garganta rasposa, este dúo se caracteriza por cantar todo aquello que se les da la gana. Desde cumbias hasta tangos, las canciones de BIFE refuerzan la crítica a los estereotipos hegemónicos que existen sobre temáticas eróticas, de género, de identidad y de roles sociales.
─Cuenta la historia que se conocieron cantando a los gritos en algún bar de Buenos Aires, ¿es verdad?
─Era un bar cultura no habilitado, medio clandestino, de esos en los que los vecinos te tiran lavandina por el balcón, o peor, hacen una denuncia. Y en esos lugares uno siempre está borracho, o medio drogado, y estábamos cantando fuerte. Ahí nos conocimos por primera vez. Nos habíamos stalkeado antes, obvio, como con todo el mundo, y esa noche nos pusimos a cantar tangos. Sentimos que, como nunca, nuestras voces combinaron muy bien. Así nos empezamos a juntar a cantar, a compartir tangos y cumbias, y los covers no duraron más de una fecha y media. Después hicimos siempre nuestras canciones.
─¿Por qué abandonaron los covers?
─La gran diferencia es que en nuestras canciones podíamos decir todo lo que queríamos decir. En los covers, por más bonitos que fueran, siempre habían partes contrarias a lo que planteábamos o a lo que queríamos plantear con nuestra música.
─¿Desde el momento cero supieron que querían componer canciones que deconstruyeran la teoría binaria de los géneros y las normativas heterosexistas?
─Para nada. Nosotros hicimos las canciones que queríamos hacer, y le empezaron a gustar a gente cada vez más exigente, a nuestras amigas más críticas, más literarias, más feministas. Intuitivamente, por ahí sí, pero no lo teníamos tan claro. Fue algo mucho más rudimentario, aunque el sentimiento fuera el mismo. Si nos preguntás, sí, buscábamos destruir los estereotipos de género que oprimen desde el sistema hegemónico de la cultura heterosexista, pero para nada teníamos tan claras esas palabras tan teóricas.
Nuestra reacción política es nuestra producción artística (…) Por eso es tan importante pedir leyes que amparen lo que parece más justo, como la ley por la Legalización del Aborto, algo muy concreto y necesario, que nosotros apoyamos sin dudar. Pero esas leyes son vigiladas por la policía, y la policía es una institución corrupta. El mismo que te defiende es el que te agrede. Nos parece mucho más urgente e importante una influencia cultural a pequeña escala, y es lo mejor que nosotros podemos aportar a la sociedad. Cuando te dedicás a tocar, tus discursos son tus canciones.
─Incluso la decisión de no pertenecer a un género musical específico rompe con todo binarismo o etiqueta preestablecida. ¿Eso tampoco fue planeado?
─Las fuimos decidiendo de a poco. Con el vestuario, por ejemplo, nos pasó lo mismo. Nunca hablamos de la ropa que tenemos puesta cuando cantamos, pero es obvio que esa ropa está diciendo algo. No todo está pensando a priori, pero después le vamos encontrando un sentido. El nombre de la banda, los nombres de los discos, los nombres de las canciones, y todo lo que hacemos, lo vamos eligiendo intuitivamente, porque no tenemos todo claro de antemano. Por eso el dúo funciona sin tener que explicar todo. Nos ponemos de acuerdo y nos parecen divertidas las mismas cosas, y con el tiempo vamos encontrando más sentido a cada situación. El resto lo completa el público.
─¿Cuándo empezaron a salir a escenario con los vestuarios invertidos?
─Siempre supimos que queríamos usar un vestuario para cantar. Por eso, la ropa que nos ponemos en el escenario, es la ropa que usamos ahí, y después nos la sacamos. Somos exagerados en eso para que se entienda que es una ficción, que es ese momento, que ahora empieza la función. Pero BIFE no es sólo una banda que busca deconstruir los estereotipos, sino que también está todo muy atravesado por nuestra sensibilidad, aunque tenga mucho que ver con ese rechazo por los estereotipos o lugares comunes de poder. Un ejemplo es la diferencia entre el escenario y el público, ahí hay una relación de poder. Nosotros vamos a tener el micrófono por una hora, una hora y media, y el público nos va a escuchar y eso es irreversible. Tratamos de acercarnos al público de diferentes maneras, generando las posibilidades para que se baile, por ejemplo, y bailando como ellos.
En esta oportunidad, el dúo presenta su nuevo álbum, TODA, en el que colaboraron más de una veintena de artistxs invitadxs, entre elles Susy Shock y Karen Bennett, quienes amadrinarán su próxima fecha. La presentación se realizará el viernes 13 de mayo a las 21 en el Teatro Xigrú y el contexto será el de una gran boda que pretende celebrar todxs lxs tipxs de amores posibles.
─¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?
─Lo grabamos en en tiempo récord. Este disco lo hicimos en el estudio Planta Baja Studio. Empezamos en noviembre, muy tranquilamente. En enero el estudio cerraba, así que no podíamos continuar las grabaciones. Ese mes trabajamos en una película que nos permitió reunir los recursos necesarios para financiar lo que quedaba del disco y en tres meses grabamos todo. Los últimos dos meses fueron los caóticos, febrero y marzo. En la mezcla estuvimos todo el tiempo ahí, viendo y acompañando todo el proceso, y eso hizo que fuera más lento, pero a la satisfacción de haber tomado cada decisión de tu proyecto no te la quita nadie.
─ En Toda son 27 canciones, y entre ellas hay un track, el 08, en el que aparece un poema de Pablo Neruda. ¿Qué función cumple en el disco?
─Es el audio mismo de Neruda que recita su propio poema, Me gustas cuando callas. Yo (Ivanna) estudié ese poema en la secundaria, me acuerdo, lo declamábamos y lo analizábamos. «Me gustas cuando callas / porque estás como ausente / distante y dolorosa / como si hubieras muerto». Lo estudiábamos como un poema romántico, pero ¿qué de amor hay ahí? ¿Qué pasa si pongo eso en un disco que trata de ser más disruptivo? Es molesto, perturba. La idea es esa, ¿no?
─Ustedes, además, son poetas. ¿Escriben y componen juntos?
─Sí, siempre, aunque con diferentes dinámicas. No tenemos materiales separados. Todo lo que se puede escuchar en TODA, son cosas de las que venimos hablando durante los últimos dos años. TODA es el resultado de todo ese trabajo de dos años. Se nota mucho que hubo un lapso de tiempo porque hubieron muchos cambios sociales en el medio. No hay que dejar que hayan cambios sociales importantes en el medio de un disco, porque las referencias, después, quedan fuera de tiempo y son confusas (risas). Hay una canción que habla de la oposición, cuando la oposición era el Macrismo, y ahora todo cambió. Fueron contextos que inspiraron esas reflexiones, y fueron quedando atrás.
Dejamos toda en el disco. No nos quedó nada para decir. Está todo ahí en el mejor nivel sonoro que pudimos. Estamos completamente satisfechos. En Con Amor sabíamos que había cosas que no estaban del todo bien, pero en este disco no tenemos excusa. Es lo mejor que podemos hacer en este momento, y le ponemos la firma bien marcada. Es lo que tenemos para ofrecer. Al día de hoy, BIFE es lo que suena en TODA.
─También hay intervenciones poéticas, como la de Susy Shock en «Padrino». ¿Creen en la interdiscplinariedad como un modo de apuesta por borrar las fronteras artísticas?
─La canción, en sí, ya es un híbrido. La canción es música y poesía, y el tema del recitado hace rato que está en todas partes, en el rock, en el reggaetón, en el hip hop, en el pop, así que no es ninguna novedad. Susy Shock tiene su Poemario Transpirado y recita y toca con su banda. Nuestros invitados son gente que nos gusta mucho, es decir, además de como personas, nos gusta mucho lo que hacen. Es muy lindo poder incluir en lo que hacemos lo que nos gusta que hacen los demás. Ya se viene dando el hecho de crear redes, de crear lazos, de grabar discos con un montón de artistas.
─¿Qué es lo que piensan que se mantiene y qué es lo que piensan que innova en TODA con respecto a Con Amor?
─No sé si este es el momento para hacer una evaluación. El sonido mejoró muchísimo en este segundo disco. Es largo, es un desafío para el que escucha también, una hora veinte, con los tiempos que corren hoy, pero el disco tiene una unidad. Con Amor también tenía una unidad, pero en TODA el sonido está mejor trabajado. En estos últimos dos años aprendimos mucho de tocar en vivo, y eso se siente en el disco, así como la influencia de los contextos en los que tocamos. La influencia de los contextos en los que tocamos, de los pedidos por la Legalización del Aborto, contra los femicidios y de los acosos callejeros, esos son contenidos que no estaban en el disco anterior. Estaba la semilla de ellos, sí, pero no estaban explícitamente expresados, y eso se debe a la movida y a las personas que conocimos en estos últimos años.
─¿Creen que es posible separar el arte de lo político?
─Nuestra reacción política es nuestra producción artística. Nuestra percepción de lo político tiene que ver con lo cultural. Nos parece que los cambios políticos más profundos deben venir de los cambios culturales. Se puede armar una revolución, pero si no están dadas las condiciones culturales para que esa revolución se sostenga, ¿cuál es la diferencia entre una revolución liberadora y un golpe opresivo? Si alguien hace la revolución y te impone un gobierno que a nadie interesa… Cuando ves que la mitad de la población vota una cosa, por más triste que sea, está diciendo algo. Por eso es tan importante pedir leyes que amparen lo que parece más justo, como la ley por la Legalización del Aborto, algo muy concreto y necesario, que nosotros apoyamos sin dudar. Pero esas leyes son vigiladas por la policía, y la policía es una institución corrupta. El mismo que te defiende es el que te agrede. Nos parece mucho más urgente e importante una influencia cultural a pequeña escala, y es lo mejor que nosotros podemos aportar a la sociedad. Cuando te dedicás a tocar, tus discursos son tus canciones.
─Ahora que están llegando al final del proceso, ¿cómo están viviendo la previa de la presentación de Toda?
─El 14 de mayo vamos a dormir (risas). Es mucho trabajo y nos animamos a hacerlo solos, con toda esta ayuda de músicos invitados y de técnicos involucrados, pero cada decisión la tomamos nosotros. El show mismo está planteado como una especie de viaje, son dos horas, una hora y media de disco, y sacamos dos filas de butacas para que se pueda bailar. Va a haber carnaval carioca, van a haber muchos invitados, va a haber un vestido de novia. Va a ser un show único, nunca organizamos una fecha tan grande, con Susy y Karen amadrinando la fecha, y estamos contentos. Hace muchos meses que tenemos mucha tarea por delante, y tenemos que ordenarlo, y eso es mucho trabajo. Antes tocábamos dos veces por semana, lo que era intenso, pero desde que empezamos a grabar el disco, no te podemos explicar. Es lo que uno elige, y es satisfactorio, pero no existe valor que pueda reembolsar el esfuerzo puesto. Somos sólo dos. Componemos, arreglamos, grabamos, pesamos, coordinamos fechas, pensamos el vestuario.
─¿No relegaron absolutamente nada?
─No somos muy buenos para relegar (risas). Es nuestra fecha y es nuestro disco. La gente con la que trabajamos es gente en la que confiamos y estamos de acuerdo en la mayoría de las cosas. Lo que nosotros hacemos no es relegar por completo, sino dar a entender, es decir, acompañamos todo el proceso, estamos ahí tomando cada decisión, es un juego de concomitancia, de contextos y conceptos, porque la intención es que se complete lo que decimos en cada uno de los que recibe el disco. Nunca vas a poder terminar la obra vos, siempre la termina el otro. Queremos generar una inquietud, una movilización en torno a ciertos temas, y tampoco sabemos exactamente qué es cada cosa, y eso es parte del mensaje, que el otro tiene que reponer el diálogo que falta. Queremos sentir, que al final del proceso, el disco sea producto de nuestro trabajo y sea nuestro. Somos dos, y eso nos hace muy íntegros. O somos insoportables y no podemos relegar nada (risas).
Lo que nosotros hacemos no es relegar por completo, sino dar a entender, es decir, acompañamos todo el proceso, estamos ahí tomando cada decisión, es un juego de concomitancia, de contextos y conceptos, porque la intención es que se complete lo que decimos en cada uno de los que recibe el disco. Nunca vas a poder terminar la obra vos, siempre la termina el otro. Queremos generar una inquietud, una movilización en torno a ciertos temas, y tampoco sabemos exactamente qué es cada cosa, y eso es parte del mensaje, que el otro tiene que reponer el diálogo que falta.
─¿ Por qué armaron el evento como si fuera una Fiesta de Casamiento?
─Va a ser nuestra fecha más importante de nuestra historia como banda. Hasta ahora. Después vendrá la del divorcio, ya veremos. Pero representa lo que se ve cuando alguien se casa, que están estresados con esa fecha, que todo gira alrededor de eso, que se arma una mega fiesta. Va a ser un viernes 13, que se dice que no hay que casarse, y decidimos hacerlo ese día. Nos divierte lo del casamiento. Siempre resaltamos mucho el amor. Queremos que se arme un baile. Es un teatro, y nosotros venimos de tocar mucho en centros culturales, pero también queremos sugerir el baile, la fiesta, un lindo show. Un casamiento es algo que no se repite, ¿no? Proponemos algo performático, teatral, queremos que el público se involucre, que vengan vestidos, si quieren, como para ir a un casamiento, y por eso va a ser una Fiesta de Casamiento, pero poco solemne.
─¿Están conformes con el resultado final de TODA?
─Dejamos TODA en el disco. No nos quedó nada para decir. Está todo ahí en el mejor nivel sonoro que pudimos. Estamos completamente satisfechos. En Con Amor sabíamos que había cosas que no estaban del todo bien, pero en este disco no tenemos excusa. Es lo mejor que podemos hacer en este momento, y le ponemos la firma bien marcada. Es lo que tenemos para ofrecer. Al día de hoy, BIFE es lo que suena en TODA.
Foto de portada: Sebastián Freire