«Daría mi memoria por volverla a ver» es una obra de teatro que busca desnaturalizar las ideas del amor y la locura que circulan en la sociedad. La adaptación del libro Actuar como loco de Alan Robinson se plantea a sí misma como una comedia dramática que conduce al espectador suavemente de la risa a la reflexión.
La cocina, el mate, una banqueta de plástico, botellas de cerveza vacías entre bolsas de basura que nadie recordó sacar. Una pareja de jóvenes en el sur del conurbano bonaerense se enfrenta a las miserias cotidianas de quien no llega a fin de mes. Ella trabaja de cajera en un supermercado y él, aunque debería animar fiestas infantiles para aportar algo a la mesa, se empecina en protagonizar una obra de teatro callejero que revolucione los corazones del barrio. El amor está ahí, en algún lugar, sólo que no se parece al que tanto nos enseñaron a buscar. La verborrágica discusión enciende carcajadas entre el público que reconoce en esa escena la comedia que se mezcla con la realidad a medida que se suceden las líneas de diálogo.
De repente, algo pasa, y nos encontramos hablando de la locura. De su definición social, de por qué alguien pasa a ser catalogado como «loco» y cómo se responde a esa sentencia. De los manicomios y los tratamientos, de la soledad y el aislamiento involuntario, de cómo no hay otra solución para el loco que permanecer entre locos más locos que él mismo, para que los no-tan-locos continúen con sus vidas. Con excelentes diálogos y actuaciones, la obra propone desnaturalizar el lugar que le damos a la locura en la sociedad y pensar cómo esta se articula con el teatro y el arte.
Con diálogos y actuaciones excelentes la obra propone desnaturalizar el lugar que le damos a la locura en la sociedad y pensar cómo esta se articula con el teatro y el arte.
«Daría mi memoria por volverla a ver» está basada en el libro «Actuar como loco» de Alan Robinson, declarado de interés cultural y social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Alan Robinson es un escritor, dramaturgo y actor que fue internado dos veces por diagnósticos relacionados con la locura y conoció la realidad del encierro y los tratamientos que deben sufrir quienes son privados del derecho de decidir al ser catalogado como «locos». «Yo luché contra el poder más grande del mundo actualmente: la industria médica, la industria farmacológica» comentó en una entrevista con La Primera Piedra. Con su libro y con la obra, intenta cambiar la concepción de la locura y del lugar de los locos en la sociedad: «Si el grueso de la gente se despojara de los prejuicios y estereotipos que rodean el mundo de la locura, se encontrarían con poetas, sanadores, artistas, con revolucionarios».
«Daría mi memoria por volverla a ver» está basada en el libro «Actuar como loco» de Alan Robinson, que fue declarado de interés cultural y social por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Alan Robinson es un escritor, dramaturgo y actor que fue internado dos veces por diagnósticos relacionados con la locura y conoció la realidad del encierro y los tratamientos que deben sufrir quienes son privados del derecho de decidir al ser catalogado como «locos».
La obra es muy recomendable por la temática que trata, pero también por las excelentes actuaciones que la llevan a cabo. La intimidad de la pequeña sala permite que, más que simplemente viendo, el espectador se sienta dialogando con un relato que interpela sus más profundos estereotipos. Con un ritmo muy bien desarrollado y la simpleza de estar cara a cara con los actores, sin escenarios ni palcos que medien la experiencia, la construcción de la obra se percibe como cercana y profunda, invitando a la reflexión al salir de la sala.