Primera edición de la serie Editoriales independientes donde buscamos visibilizar y darle voz a las producciones literarias que nacen de la autogestión y el emprendimiento, lejos de los grandes monstruos editoriales. Gabriela Luzzi, editora de Paisanita Editora, sostiene: «Si nace una nueva editorial me alegro y lo celebro. Hay tantos escritores que va a haber más posibilidades para la gente que esté escribiendo». Los comienzos con plaquetas, la relación con otras editoriales, el armado de un catálogo y el surgimiento de La Coop, en la siguiente entrevista.
Sobre la editorial
Paisanita Editora nació en el año 2013, bajo el impulso de la escritora Gabriela Luzzi. En un principio realizaba pequeñas plaquetas, pero a partir del 2014 lanzó su serie de libros que alimentan un catálogo más que coherente. Desde sus tapas fríamente pensadas y con fotos de alta calidad, los libros de Paisanita Editora forman una colección de -hasta el momento- narrativa para leer en cualquier momento y lugar. Actualmente integra La Coop, un colectivo de 12 editoriales independientes que colaboran mutuamente para su difusión y distribución. Lleva publicado 5 libros: Bengalas de Enrique Decarli; Furgón de Ariel Bermani; La serie negra de Washington Cucurto; Otaku de Paula Brecciaroli; Hay gente que no sabe lo que hace de Alejandra Zina.
— ¿Cuáles fueron los primeros pasos de Paisanita Editora?
— Yo tenía dos amigos con los que estuvimos un año trabajando para hacer una editorial que se iba a llamar «Gelatina», que es un cuento de Mario Levrero, escritor que junto con Laura Bertolé y Federico Bustos, mis compañeros de ese momento, amamos. Después, todo se esfumó en el aire a pesar de un año de reuniones. Yo me quedé cebada con la idea de la editorial. Entonces pensé: «Yo voy a hacer lo que pueda» y empecé haciendo plaquetas.
— ¿Como siguió la historia?
— María y Cucurto, de Eloísa Cartonera, estaban administrando un crédito para editores y siempre me llamaban. Yo decía siempre que no y, además, me daba pena dejar de hacer las plaquetas. Llegaba a pensar que hacer libros era una falta de respeto para esas plaquetas, porque para mí son hermosas. Tanto me insistieron, como un año, que al final me convencieron.
Cada libro sirve lo que para mí es un proyecto para construir un catálogo. Todo lo que sale de un libro va para el otro.
— En parte, entonces, gracias a Eloísa Cartonera surgió Paisanita Editora.
— Sí, ellos me ayudaron mucho y me prestaron plata para poder hacer los dos primeros libros: Bengalas de Enrique Decarli y Furgón de Ariel Bermani. Yo ya había leído varios libros inéditos de ellos y con la plata juntada pude sacar los otros dos: La serie negra de Washington Cucurto y Otaku de Paula Brecciaroli.
— Las editoriales independientes suelen tener eso de que cada libro más que dar «ganancias» aportan recursos para hacer un nuevo libro, ¿no?
— Claro, sí. Cada libro sirve lo que para mí es un proyecto para construir un catálogo. Todo lo que sale de un libro va para el otro.
— ¿Por qué el nombre «Paisanita»?
— Elegí «Paisanita» porque de alguna manera me identifica. Mi mamá me lo decía cariñosamente cuando era chica. También me gustó porque esa palabra puede usarse de distintos modos
— ¿Cómo vas armando el catálogo de Paisanita Editora?
— Voy leyendo mucho, sobretodo a los escritores que ya conozco. Los amigos, porque a veces no tengo tiempo para más. Además, cada libro lo re trabajamos: lo vamos revisando entre todos los autores que quieran participar y hacer su contribución. Eso también lleva su tiempo y hace que por ahora sean dos libros por año.
Elegí «Paisanita», porque de alguna manera me identifica, mi mamá me lo decía cariñosamente, cuando era chica. También me gustó porque esa palabra puede usarse de distintos modos
— ¿Es un tope que sean dos por año?
— No, no me pongo un tope, pero hasta ahora es lo que se pudo hacer.
— Siempre es narrativa hasta el momento, ¿piensan seguir en esa dirección?
— Sí, pero si van apareciendo nuevas cosas, podemos ir viendo.
— Además de vos, ¿quiénes más participan activamente en Paisanita?
— Como te decía antes, los propios autores son los que más colaboran. Enrique Decarli y Ariel Bermani ayudan mucho con la edición.
(Leer nota relacionada: ¿Qué es la poesía? #14 – Gabriela Luzzi: “Escribir tiene que ver con poder usar tu libertad”)
— Paisanita forma parte de La Coop. ¿Cómo surgió esa idea?
— A mí una vez me invitaron a una presentación en la Feria del Libro para las editoriales que habían nacido ese año. Ahí nos conocimos con cuatro editoriales que estaban en la misma. Nos daban diez minutos a cada uno. Marcos Almada, que hacía un programa de radio, nos fue invitando a todos a participar y cuando terminamos dijimos: «¿Y si nos juntamos? Ya que tenemos pocos títulos, recién nacimos». Empezamos a juntarnos a tomar cerveza y a pensar qué podíamos hacer, unirnos para hacer una feria, ayudarnos a atender stands, etc. Después, sumamos a los que quisieran y actualmente somos doce.
— ¿Piensan sumar más gente?
— Ese número es más o menos dominable. Si otros quieren sumarse le damos la organización que nosotros hicimos hasta ahora para que ellos la repliquen y nos sigamos ayudando. Lo lindo de La Coop es que tenés un grupo de editores para compartir miles de ideas y proyectos. Para la Feria del Libro sería imposible económicamente para cualquier editorial independiente, pero siendo doce si podés. Lo mismo a todas las ferias de todo el país y hasta de otros lados.
— ¿Qué eventos hacen?
— Armamos las «Coop Fest» donde van todos los escritores, editores y se arman lecturas, un muy lindo ambiente.
Lo lindo de La Coop es que tenés un grupo de editores para compartir miles de ideas y proyectos. Para la Feria del Libro sería imposible económicamente para cualquier editorial independiente, pero siendo doce si podés. Lo mismo a todas las ferias de todo el país y hasta de otros lados.
— ¿Cómo ves el panorama actual de las editoriales independientes?
— Lo veo muy bien. Pienso que, al menos entre las editoriales donde yo me muevo, somos todos amigos además. Si nace una nueva editorial me alegro y lo celebro. Hay tantos escritores que va a haber más posibilidades para la gente que esté escribiendo. Parte de mi vida es compartir y festejar con los autores y editores cada nuevo paso. Me gusta conocer el trabajo que cada uno hace y disfrutarlo. Todas las editoriales independientes hacen un trabajo que merece ser festejado, objetos para la cultura alucinantes. Y todo a pulmón.
— ¿Qué dificultad tienen a la hora de entrar en los grandes medios de comunicación?
— No sé si hay dificultades, pero porque no sé si la pretensión es estar en los grandes medios. Paisanita Editora tiene cero intentos en eso. Por otro lado hay un montón de periodistas y medios alternativos que entienden lo que significa este laburo de editar y promover la literatura. Ellos mismos se acercan, nos piden, están interesados. Hay mil cosas que no puedo creer que sucedan en cuanto a notas, reseñas, etc. Esa gente es muy interesante y a mí me gusta conocer las lecturas que ellos hacen.
Si nace una nueva editorial me alegro y lo celebro. Hay tantos escritores que va a haber más posibilidades para la gente que esté escribiendo. Parte de mi vida es compartir y festejar con los autores y editores cada nuevo paso.
— ¿Cuáles son los próximos proyectos con Paisanita Editora?
— Tengo varios libros en vista. Uno se llama Procesos técnicos de Ariel Bermani. Otro es una novela de Enrique Decarli. También otra novela de Facu Soto y un libro de cuentos de Nicolás Lapidó. Eso es lo que seguramente vaya a salir. Vamos a hacer menos ejemplares quizás para que salgan más rápido.
Contacto con Paisanita Editora:
Facebook: Paisanita Editora
Sitio web: www.paisanitaeditora.blogspot.com.ar
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