Diana Sacayán era tucumana, criada por trabajadores de Laferrere y vivía en Flores. Fue hallada muerta en su departamento en la calle Rivadavia al 6700, su cuerpo marcado por los signos de la violencia de género, y por alguna razón, la historia nos suena conocida. La dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) había recibido su nuevo DNI en 2012 y había luchado por la sanción de la ley provincial que aseguraba un cupo mínimo de puestos de trabajo para trans, travestis y transgéneros en la administración pública de Buenos Aires. En agosto de este mismo año, Diana había denunciado a la Policía Metropolitana por agredirla verbalmente en la vía pública, agresión ante la que se defendió y terminó detenida. En 2013 había denunciado un episodio similar hacía Gendarmería y la Bonaerense, acusándolos de maltrato y abandono de persona.
Ayer, el cuerpo de Diana fue encontrado con heridas de arma blanca. Ahora sí, la historia nos suena conocida.
¿Quién era Diana?
Diana Sacayán siempre llevó en sus hombros la carga de su lucha, sobre todo contra la discriminación a las personas trans, y especialmente a aquellas con menores recursos y posibilidades de visibilización. En una entrevista llevada a cabo para el suplemento Soy de Página 12, Diana contó un poco sobre su vida:
“Haber vivido entre quince hermanos en un barrio de Laferrere con un padre alcohólico y comiendo polenta con chicharrón como mucho; haber pasado por la exclusión desde los 17 años, cuando asumí mi identidad y tuve que prostituirme por más de doce años, me compromete mucho más a luchar por los excluidos. Siempre, desde que empezábamos a luchar contra los códigos de faltas y contravenciones, reglas anacrónicas por las que se nos detenía por ser nosotras en la vía pública, hasta cuando militamos por la Ley de Identidad de Género, lo hicimos entendiendo que la lucha por la igualdad de género es también la lucha por la igualdad de clase”.
Formaba parte del equipo del Programa de Diversidad Sexual de INADI, era la líder de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bixesuales (ILGA) y dirigente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL). También fue redactora del suplemento Soy del diario Página/12; escribió para la revista El Teje. Mariela Labozzera, titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), le propuso al fiscal de la causa intervenir en el caso para que sea tratado como femicidio. En una entrevista para Revista Furias, Diana decía:
“Hoy puedo mirarme al futuro y ver muchxs mirando al futuro, aún son muchas cosas que faltan, ¡es verdad!, por ello mantenemos los sueños bien intactos. Nunca más el pasado de persecución. No se puede retroceder de los avances. No lo vamos a permitir. Por eso lo que hago e hice no es algo personal, sino, algo político.”
Exposición de la Activista Trans, Diana Sacayán, en la comisión de Género y Promoción de la Igualdad del 2°do Plenario de Políticas Públicas para la Provincia de Buenos Aires.
Hacia una lucha transgenérica contra la violencia de género
La Asociación Civil La Casa del Encuentro presentó su informe anual sobre los femicidios registrados en 2014: en el último año la cifra fue de 277. Desde 2008 hubo un total de 1808 asesinatos por violencia de género, y cinco mujeres por semana son víctimas en Argentina. Algunos de los datos que aportó el último informe fueron los siguientes:
– El 56 por ciento de los femicidios fue perpetrado presuntamente por esposos, parejas, novios o amantes (34 por ciento) y ex parejas o ex novios (22 por ciento). El año anterior, el 63 por ciento tenía como sospechoso a su pareja o ex pareja íntima. En el resto de los hechos, presuntos autores son otros familiares, vecinos o personas sin vínculo aparente con la víctima.
– El 15,5 por ciento de las víctimas había hecho la denuncia contra quien luego la asesina, o había obtenido en la Justicia una medida de prohibición de acercamiento o de exclusión de hogar para el agresor, un porcentaje similar al año 2013.
– El lugar más peligroso sigue resultando el propio hogar más que la vía pública para las víctimas de violencia de género: el 52 por ciento de las víctimas fueron asesinadas en la vivienda que compartían con el agresor (74 casos) o en la de ella (69 casos).
– Once víctimas eran adolescentes: tenían entre 13 y 18 años. La mayoría tenía entre 31 y 50 años (en 96 casos) y entre 19 y 30 (72 víctimas).
– 18 de los sospechosos pertenecían a fuerzas de seguridad (en 2013, habían sido 15).
– Hubo 7 mujeres trans víctimas de femicidio (el año anterior habían sido sólo 2) y 10 que estaban presuntamente en situación de trata o prostitución.
En este marco, algunas voces conservadores aún repudian las luchas que llevan a cabo las 60 mil mujeres (y todas las otras mujeres que luchan desde el interior de sus casas, silenciadas e invisibilizadas, por salir de la situación de violencia de género) que fueron parte del Encuentro Nacional de Mujeres el pasado fin de semana en Mar del Plata bajo la consigna por una Ley de Emergencia Nacional, por un Aborto Libre para Decidir, y por el conocido y repetido #NiUnaMenos. Esas voces las acusan de violentas y dicen que las mujeres no se alzaron “con respeto” frente al respeto que ellas mismas piden.
¿De qué respeto habla esa sociedad que calla y esconde los restos de estos crímenes? ¿De qué respeto habla una Institución que durante siglos se ha dedicado a la persecución, física y simbólica, de sus disidentes? ¿De qué respeto habla una sociedad que hace oídos sordos al eco de las denuncias que hace años vienen gestándose en la vía pública contra la violencia de género?
La historia se repite. Todavía falta un largo camino para salirnos del Hashtag y materializar las luchas sociales en algo que podamos llamar «triunfos». “Si nos tocan una, nos organizamos miles”. Esta es una deuda pendiente de la democracia. Se necesitan políticas públicas. “La muerte de Diana habla de todo lo que se hizo por los derechos de las personas trans, y al mismo tiempo, de todo lo que falta. Hay que cumplir con eso para que las muertes como la de Diana no ocurra nunca más” dijo la legisladora porteña María Rachid en el Congreso de la Nación. Así se sienten las voces de las que gritan: ¡Diana, presente!
Nota a Diana Sacayán en www.entrevistasonline.com.ar
En las redes sociales despidieron a Diana de la siguiente manera:
Querida Amancay Diana Sacayán fuiste una gran inspiración y lo seguirás siendo. Luchaste por la dignidad, el respeto y la inclusión del colectivo Trans como pocas personas lo hicieron y conseguiste mucho: desde las jornadas por la inclusión educativa pasando por el respeto a la identidad en los hospitales bonaerenses y la reciente ley de Cupo Trans en provincia de Buenos Aires. Gracias por tanto. Quiera la justicia que tu asesinato no quede impune, yo sé que nunca te voy a olvidar. [Emilio Ruchansky, periodista]
Conmocionadxs por la muerte de la militante trans Amancay Diana Sacayan, enviamos nuestros respetos a su familia, amigxs y compañerxs de militancia. Diana formaba parte del equipo de Diversidad Sexual del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), era redactora del primer periódico trans de Latinoamérica “El Teje”, colaboradora del diario Página 12, y activista social y una luchadora incansable por los derechos de las personas LGBT. [María Rachid, secretaria general de la Mesa Nacional por la Igualdad y legisladora porteña por el FPV]
Estábamos arreglando ir a La Matanza y hoy me dicen q te mataron. Yo creo en un Dios que recibe a quienes lucharon en esta vida por la dignidad. Yo se q él te recibirá. Y acá serás mucho más que un recuerdo. Ahora justicia y basta de matarnos. Amancay Diana Sacayan suspendo la cena agendada pero igual nos volveremos a ver. Ahora te lloro. Mañana te lucho. Flavio Rapisardi, Secretario de Investigación y Posgrado de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP) y Secretario académico de la Maestría de Comunicación y DDHH (UNLP).
No iba a poner ninguna foto, porque me di cuenta que en mi face van unas cuantas amigas hermanas compañeras muertas, o como en este caso asesinadas, por este mundo asesino, asesino de las tantas formas que se permite, no quiero hacer una héroe de vos, Diana querida, como me aconsejó una vez, hablando de otra hermana perdida la Fabi Tron, no hacer héroes de ninguna porque sino la pendejada deja de creer que puede también hacer tanto y más de lo que pudimos nosotras para cambiar este mundo de odio, por otro donde estemos en las hamacas de nuestros sueños, más que en la policial de los diarios, sé que nada ni nadie es en vano en esta lucha, pero duelen tus lagrimitas, Diana, duelen… te abrazo siempre. [Susy Shock, artista, poeta y performer trans]
(Fuentes: Télam; Página 12; Infobae; cosecharoja.org)
