Nos anticipamos al Día del Animal para hablar de un tema que debe ser una preocupación de todos los días: Cada vez más la balanza se inclina más hacia adoptar animales que hacia comprarlos en el mercado. Una reflexión sobre el valor de las mascotas.
Aquellos que tenemos mascotas sabemos que el amor que nos dan no tiene ninguna relación con la raza, edad y tamaño del animal. Los que tuvimos la suerte de vivir con uno de estos increíbles seres vivos en nuestras casas, tenemos en claro que su presencia no se compara con ninguna: su amor incondicional, la alegría, la inmensa capacidad de percibir lo que nos pasa y acompañarnos en todo momento, hace que creamos que el mejor amigo del hombre no es realmente otro que su mascota.
Según encuestas realizadas en Argentina, hace unos años éramos el país latinoamericano con más mascotas por habitante. La misma revela también que el 76% de los perros que llegan a un hogar no fueron comprados sino que llegaron mediante adopción o a causa de un regalo. Lo mismo ocurre con los gatos, en este caso 9 de cada 10 llegan a los hogares por estas dos últimas causas.
Diversas marcas de alimentos para perros y gatos llevaron a cabo campañas de adopción responsable muy exitosas. Asimismo, redes mascoteras que hoy conocemos mejor por su presencia en las redes sociales se empeñan día tras día en salvar perros de la calle y luego los dan en adopción a familias que se contactan por Facebook y también en las reuniones que realizan semanalmente en plazas y parques de las ciudades del país.
Adoptar es una tendencia que crece a nivel país y esto es motivo de celebración para los rescatistas: cuando una familia adopta a una mascota, se salvan dos, ya que la que tendrá un nuevo hogar deja una “vacante” en el refugio que podrá rescatar un nuevo animal de la calle. Es alarmante también la cantidad de perros y gatos que son abandonados cruelmente a diario, por lo que es de vital importancia que esa tendencia no sólo se mantenga sino que también crezca.
Con una acción de esta índole estamos salvando la vida de un ser vivo que ocupará un lugar único y central: al dejar entrar una mascota al hogar la vida cotidiana cambia para siempre, haciendo del animal un miembro más de la familia y convirtiéndolo en el ser más feliz del mundo con tan sólo un techo, comida y buen trato. Esta humildad que presentan no deja de sorprendernos, ya que los humanos vivimos insertos en un mundo lleno de codicia, ambiciones y egoísmo, todo lo contrario al de ellos.
Retomando el primer planteo de esta nota, decíamos que los factores que comúnmente inciden a la hora de adoptar son la raza y la edad. Con respecto a esto, personas que pasaron por la experiencia de adoptar mascotas adultas y sin raza aseguran que volverían a repetir la acción sin dudarlo. Desgraciadamente van a seguir existiendo personas que abandonen perros y gatos por su edad y por enfermedades. Nosotros, aquellos que tenemos la fortuna de poder compartir nuestra vida con un ser de cuatro patas, sabemos que todos y cada uno de esos animalitos tienen mucho más para dar que lo que nosotros vamos a entregarles. Desde este lugar podemos seguir ayudando a concientizar, predicando las bondades de nuestros amigos e incentivando a la adopción responsable de perros y gatos de la calle.