Entrevista a Margarita Hollmann y Joaquín Sánchez Mariño, los creadores de El mar de al lado, un proyecto que se autodefine “sin ningún sentido y sin ningún fin. Es un archivo de gente que lee un poema y explica por qué ese poema y no otro(…)que navega territorios sin límites, sin mapas, sin más horizontes que su propio origen, la poesía”. Con la clara intención de acercar la poesía a la gente, Joaquín sostiene: “La tecnología era una herramienta inevitable para lograr eso”. “La idea era contar la poesía desde ese otro lado, del cotidiano, no la poesía del lado intelectual y sagrado”, plantea Margarita. Conocé la historia y el futuro de este proyecto artístico que innova con la poesía, en la siguiente entrevista.
-¿Cómo empezó el proyecto El mar de al lado?
Margarita:– La idea original fue de Joaquín,siempre le gustó mucho la poesía. Yo en cambio no había leído mucho ese género hasta ese momento. Un día me contó lo que quería hacer: un proyecto audiovisual relacionado a la poesía, queriendo reivindicarla también. Por ejemplo cuando uno es adolescente, y sobretodo varón, se lo suele ver de un lado más burlesco. La idea era mostrar otro lado de la poesía, lo cool que puede llegar a tener, por decir de alguna manera.
Joaquín: Además todos los sitios de poesía que conocía en internet me parecían pocos atractivos, con plantillas básicas, sin darle importancia a lo visual, donde quedaba solo pegado el poema. ¿Cómo le entrás a un chico o alguien disperso de nuestra generación que te da 20 segundos de crédito? La tecnología era una herramienta inevitable para lograr eso.
-¿Por qué se llama «El mar de al lado»?
M:- Es un homenaje que Joaquín le quería hacer a su abuelo, Daniel Ibarra, que escribió un libro llamado En el nombre de la mar y sus sirenas. Pero si le ponía en el nombre «la mar» iba a quedar muy relacionado a esa visión romántica y burlesca decía antes con la que se suele relacionar a la poesía. Después había otro verso catalán que le gustaba mucho que dice: «la poesía habita la otra orilla del sentido»; y de la mezcla de esas dos cosas quedó el nombre actual: El mar de al lado. Poesía porque sí. Esa última frase es porque es un proyecto que lo hacíamos sin importar el resultado, sino por amor al arte. Cuando empezamos a filmar nos dimos cuenta que era algo que podía funcionar.
-¿Y en qué consiste básicamente el proyecto?
M:- Empezamos con una mirada audiovisual, con entrevistas cortas, donde la gente además podía leer los poemas que ellos quieran, sin nuestras sugerencias. Es más, incluso hay algunos que se repiten y está todo bien. La idea era contar la poesía desde ese otro lado, del cotidiano, no la poesía del lado intelectual y sagrado.
-Sacar a la poesía de la hoja, de la bilbioteca…
M:-Claro, sacarla del último estante lleno de telarañas. Entonces empezamos a filmar a algunos amigos, algunos famosos también. Creemos que quizás mucha gente que no haya leído nunca, si ve a alguien conocido, como Sebastián Wainrach, por ejemplo, le puede despertar cierta curiosidad. En el sitio están mezclados, sin brindarles más importancia a unos que otros.Tuvimos esa primera parte de filmar mucho, salir a hacerlo. Después el trabajo más escrito de armar la página, los relatos, las breves biografías.
-Se puede decir entonces tuvieron una primera etapa más virtual.
M:-Sí, nos empezó a pasar que como era todo tan virtual, se nos ocurrió que sería bueno hacer algo más cara a cara. Nos empezaron a preguntar si teníamos algún material y esa fue la piedra fundamental para que después surgiera el libro. La Nación nos había hecho una nota para hablar del proyecto y nos invitó a que preparáramos algo para la Feria del libro y ahí hicimos un ciclo de charlas que era relacionar la poesía con otros ambientes. Un día era poesía y música, otro era poesía y teatro, por ejemplo. Siempre siguiendo la misma idea, que sea algo cotidiano, a veces llegar lateralmente a la poesía desde otras ramas artísticas. Nos gustó el resultado que obtuvimos y se nos ocurrió hacer maratones de poesía e invitar a gente que quisiera leer, de última el público después lo juzgue.
-¿La gente como lo recibió al proyecto?
M:– En general muy bien. Lo más interesante, para mí, es que una parte de nuestro público no tiene una relación fuerte con la poesía. Tenemos amigos o conocidos que nunca nos hubiéramos imaginado yendo a una maratón de poesía, por ejemplo. Tampoco nuestro objetivo es hacer que todo el mundo lea poesía, pero sí mostrar una puerta de entrada distinta al género. Joaquín siempre dice que yo soy la primera conversa, porque yo no leía nada, no tenía nada para decir sobre la poesía. Con el correr del proyecto me fui interesando cada vez más. Lo que tienen las entrevistas es que son muy entretenidas, se cuentan cosas muy interesantes, que te van despertando otros intereses.Ahora es algo que me encanta.
-¿Creen que con este proyecto le están dando lugar a nuevos autores?
M:-Sí, igual hoy por suerte hay un montón de lugares y propuestas. Aún así, también hay mucha gente que escribe, así que siempre vienen bien espacios nuevos. El libro que publicamos, Apología, también tenía ese objetivo. Gente que nunca había publicado antes, con gente que pasó en el ciclo, armar una antología. Ahora vamos a lanzar una segunda convocatoria, más abierta, a quien quiera participar y donde los elegidos los vamos a decidir nosotros, junto a la editorial y algún escritor más reconocido que se quiera sumar. El criterio siempre es ese, que sean poetas nuevos o inéditos.
–Además del libro, ¿que otros pasos les gustaría dar?
M:-Nos gustaría hacer un proyecto más multimedia todavía. En la radio nos gustaría incursionar, por ejemplo. Pero todo lleva mucho tiempo la verdad, no siempre se puede hacer el ritmo que a uno le gustaría. La verdad que en el tiempo que llevamos, logramos y avanzamos bastante por suerte.
J:- La idea en parte es poder genera aún más producción propia de contenido, publicar más videos y otros formatos distintos, ya sea podcast, radio. Expandir la propuesta. También con el objetivo que un escritor inédito o poco conocido de repente tenga un público de mil personas desconocidas, por decir un número.
-Volviendo a Apología, ¿cómo fue recibido por la gente?, teniendo en cuenta que volvieron a un formato más tradicional
J:-Y…el concepto ese de que «la poesía no se vende», se sostiene bastante. De todas formas nuestra idea, más que venderlo, era darle la posibilidad a poetas de publicar. Es algo muy romántico de la poesía verse publicada en papel. Lo hicimos con la editorial Letras del Sur, y fue una buena apuesta y un buen gesto de ellos acompañarnos.
M:- Sí, ellos nos venían siguiendo con el proyecto, les gustaba lo que hacíamos. De hecho ahora seguimos haciendo cosas en conjunto. Todo el proceso del libro tuvo bastante adrenalina, la editorial nos dijo que sí más rápido de lo que pensábamos por suerte. También coincidió con que se acercaba la feria del libro, así que agregó más apuro a la cuestión. La idea con esta segunda antología es poder dedicarle un poco más de tiempo.
-¿Se les ocurrió romper un poco el formato libro con estas antologías?
J:- La idea originar era agregarles códigos QR (NdE: quick response code, «código de respuesta rápida») que te lleven a los videos, pero desistimos. Era un poco en vano, porque cuando la gente lee un libro no se suele poner con el celular a scanear el código y ver videos.
M:-Eso funcionaría más con un ebook por ejemplo, no con el libro tradicional. Hay como un cierto punto en el que no se puede juntar todo.
-¿Tienen relación con otros movimientos relacionados con la poesía? Por ejemplo, últimamente están en auge los Slam de poesía.
J:- Tuvimos un contacto inicial con esos movimientos, con la poesía viva, con la poesía oral. En realidad los conocemos más nosotros a ellos que ellos a nosotros. Lo que tiene el Slam es que ellos tienen un público muy efusivo, que está buenísimo, pero a nosotros no nos interesaba generar movimiento porque sí, sino más bien acercarle la poesía al que le resulta ajena. Ellos ya la tienen muy presente. Hay que reconocerles a los impulsores de la poesía oral en general el haber generado un fenómeno relacionado a la poesía que antes ese género no tenía. Está bien, también, que es una poesía bastante aggiornada.
M:- Por otra parte, cuando empezamos a hacer los eventos tuvimos que ver qué podía funcionar más. Además, si vas a hacer algo, tenes que ver lo que ya se está haciendo para, o no hacer lo mismo, o tomar algunas cosas que te pueden enriquecer el proyecto. Una suerte de estudio de campo.
-¿Cómo ven la relación entre la poesía y los grandes medios? ¿Creen que puede tener algún lugar?
M:- Ahora, por lo menos, hay más apertura que en otros tiempos.También gracias a todos esos movimientos alternativos de los que hablamos recién, que ayudaron a romper el prejuicio de «no me gusta» o «no entiendo» que suele cargar la poesía.
J:- Además los medios masivos, creo, no son el lugar para la renovación. Por ejemplo el suplemento cultural de La Nación, ADN, lo leo bastante; en la primera página siempre tiene un poema de algún autor y yo, que estoy relacionado con la poesía y me interesa, esa página la salteo, la ignoro, porque no me parece atractivo, es algo fuera de contexto. El medio es el mensaje en cierta forma, no esperás de los medios masivos algo sorprendente ya. Si te sirve para que agarren algo y rebotarlo, volverlo más masivo.
-Volviendo a la poesía, El mar de al lado, también puede servir para mostar los distintos géneros de la poesía, lo heterogéneo que tiene. Acercar autores contemporáneos al público, lejos de la poesía más clásica como los sonetos.
M:- Sí, nuestro proyecto en parte refleja eso. Si bien están los grandes poetas,conviven con muchas otras cosas.
J:- Los primeros dos videos son un soneto de Shakespeare y de Quevedo, pero el próximo es de Bukowski, por ejemplo, con una rima asimétrica. Capaz sí, podríamos hacerlo funcionar también como un catálogo de géneros para acercárselo más al público. El año que viene nuestro sitio se va a actualizar bastante. Volviendo a los géneros, en nuestra primera maratón se notó bastante esa heterogeneidad.
-Por último, ¿cómo se imaginan el 2015 para El mar de al lado?
J:– Estamos apuntando a convertirnos más en una productora cultural, expandir a la poesía con eventos y distintos tipos de videos, más viralizables en cierto sentido, con personajes atractivos, como Fito Páez, como para decir un nombre que sirva para presionarnos a nosotros mismos.
M:– Siempre con la intención de acercar a la poesía a la gente. Sin que eso quiera decir que uno tiene la verdad absoluta de cómo acercarse a la poesía, sino como un consejo.
Más información y contacto:
http://www.elmardeallado.com/