La Asociación de Amigos de la Patagonia se formó en 1999 en la ciudad de San Martín de los Andes (Neuquén, Argentina) como iniciativa de un grupo de amigos originarios de la provincia, interesados en cuidar, conservar y promover la concientización y sustentabilidad del medio ambiente para las generaciones actuales y futuras, con la confianza en la educación como eje principal para lograr individuos mejor informados que puedan enfrentar y prevenir los problemas ambientales. Eliana Berlingieri, encargada de comunicación en la organización, nos invita a conocer un poco más en la siguiente entrevista.
— ¿Cuál es el objetivo de la Asociación de Amigos de la Patagonia (AAP)?
— El objetivo de la AAP puede dividirse en cuatro ejes distintos pero interrelacionados entre sí, que a su vez, conllevan caminos de acción paralelos y coexistentes en igualdad de importancia para su implementación: velar por la preservación del equilibrio ecológico y la naturaleza del paisaje de la Patagonia; desarrollar programas de educación ambiental; apoyar iniciativas destinadas a reducir el impacto ecológico negativo de las actividades que se desarrollan en la Patagonia y el resto del país; e incorporar el cuidado del medio ambiente dentro de las agendas políticas y de los hábitos de la sociedad.
— Comenzaron trabajando en la región de la Patagonia, ¿cómo se dio la expansión de la organización?
— Empezamos a trabajar en Buenos Aires en el año 2004 gracias al ofrecimiento de una empresa que nos prestó (y lo hace desde entonces) una oficina para que pudiéramos ordenar y distribuir mejor nuestras tareas y acciones. Además de eso, nuestros programas se desarrollan en diferentes escuelas y comunidades de todo el país. Sumado a San Martín de los Andes, hemos estado en Trelew (Chubut), Catriel (Río Negro), Perito Moreno (Santa Cruz). También llevamos adelante programas concretos en escuelas de Moreno (Buenos Aires) y en Tunuyán (Mendoza).
— ¿Cuáles son sus proyectos y ejes de trabajo?
— Actualmente los ejes de trabajo están orientados a la educación ambiental, en ámbitos formales (escuelas y organizaciones) e informales (comunidad en general), y a la preservación de gran parte de los ecosistemas del país, focalizando el accionar en la Patagonia Argentina.
“Agua y Educación para las Américas y el Caribe” es un proyecto creado en conjunto por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), su Programa Hidrológico Internacional y el Proyecto WET, que tiene por objetivo difundir y reforzar la importancia de los recursos hídricos, al mismo tiempo de educar sobre el correcto uso y manejo del agua, la relación con la salud y su gestión.
“Eco Oficinas” es otro de nuestros proyectos que busca generar, a través de capacitaciones y talleres -enmarcados en los programas de Responsabilidad Social de cada organización- oficinas con empleados proactivos, siempre combinando los objetivos y principios mismos de la organización con los de la AAP, dando lugar a oficinas ecológicamente amigables, tanto en lo referente a infraestructura como en lo humano.
Los “Ecopuestos” se implementan en cada temporada de verano. Los mismos consisten en la instalación de puestos ecológicos que tienen como objetivo informar a los turistas sobre la fauna y flora local; fomentar el cuidado del ambiente a partir de la entrega de bolsitas que sirven para depositar los residuos generados por éstos; concientizar sobre la necesidad e importancia del cuidado del ambiente y reducir el impacto del aluvión turístico en temporada alta; concientizar, capacitar y comprometer a los jóvenes voluntarios de la AAP produciendo una comunidad involucrada y consciente. Estos puntos se pueden encontrar a la vera de los caminos de acceso al Lago Lolog, Lacar, Huechulaufquen y en el Cerro Chapelco, todos en la provincia de Neuquén.
Además, la Certificación de Lazo Verde de Responsabilidad Ambiental (CLV) busca enseñar y comprometer a las escuelas a realizar prácticas sustentables vinculadas con la conservación y uso responsable del agua, uso racional de la energía y la disminución de los residuos sólidos urbanos dentro de los establecimientos escolares. A través de las capacitaciones, un proceso de seguimiento y optimizaciones gestionadas por el equipo educativo de la AAP, las escuelas tienen la posibilidad de obtener la CLV al año de haberse inscripto, siempre y cuando hayan cumplido con los objetivos del programa. Actualmente son 26 las escuelas de Moreno y 15 las de Tunuyán que participan del proyecto.
— Sabiendo que uno de sus puntos fundamentales de trabajo es la educación ambiental ¿Cómo ven el futuro de su implementación en la Argentina y en la región latinoamericana?
— Cada vez es más necesario prestar atención a los recursos naturales por parte no sólo de los gobiernos e instituciones formales, sino también por las empresas y las diferentes comunidades que exigen cada vez más el respeto por el ambiente en el que viven. Es difícil velar por los recursos de una región tan vasta y amplia como Latinoamérica o para el caso, el territorio argentino. Pero debemos crear conciencia de la importancia que esto supone. Y de la importancia de la acción individual para el cambio grupal. Es clave que comprendamos que con nuestras acciones estamos creando un precedente, enseñando a las nuevas generaciones y fortaleciendo nuestros propios ideales.
— ¿Qué reflexión les gustaría poder incentivar con su trabajo?
— La importancia de cuidar el espacio donde vivimos -y todos los componentes que lo forman, tanto factores bióticos y abióticos- ya que nuestro planeta es uno solo y no es renovable. Desde la AAP, creemos necesario crear conciencia sobre la necesidad de hacer uso y no abuso de los recursos naturales, al mismo tiempo que generar un espacio de difusión y educación para poder tratar estos asuntos con la seriedad y relevancia merecidas.
Sitio web: http://aapatagonia.org.ar/
Facebook: https://www.facebook.com/amigosdelapatagonia