Muchas veces hacemos cosas sin preguntarnos el por qué. Cosas que suelen suceder por sentimiento, vocación o convicción. Ojo, esto no quiere decir que no haya otros motivos porque seguro que los hay. Pero si pensamos en qué respondería alguien si le preguntamos por qué hace algo que le gusta, lo primero que esperamos que nos diga es que lo hace porque siente que es “lo suyo”. Nosotros, desde el espacio que construimos bajo el nombre de La Primera Piedra, simplemente lo hicimos. Creímos que era “lo nuestro” tener un lugar para contar nuestras verdades y para decir todo lo que pensamos. Pero lo mejor de escribir nace cuando se genera un ida y vuelta con aquel que recibe el mensaje, cuando hay alguien del otro lado que lee lo que tenemos para decir.
La semana pasada nos llevamos una sorpresa enorme al recibir un mensaje de una persona que es un ejemplo de vida y de lucha para todos los que formamos parte de este equipo; y es por eso que no queríamos dejar de agradecerle a la señora Estela de Carlotto por haberse tomado el tiempo de responder a la carta (Link a la Carta abierta a Estela de Carlotto) que fue publicada en nuestra revista con motivo del encuentro con su nieto Guido. Es un incentivo muy lindo que te hayas comunicado con nosotros y que nos hayas hecho llegar estas palabras. ¡Muchas gracias, Estela!
Respuesta de Estela
Querido Agustín:
Hoy precisamente hace dos meses que abracé por primera vez a mi nieto Guido, hoy recién puedo responder la maravillosa carta que me enviaras festejando este tan deseado encuentro.
Tienes 22 años y la sabiduría de un ser humano maravilloso. Tus palabras me llegaron al corazón y me dan fuerzas para seguir buscando a los centenares de nietos que están cautivos. Saber que existen jóvenes como vos nos asegura esta democracia que costó tantas vidas, porque ustedes la consolidarán donde su vocación los lleve.
Yo lucho por la paz, con amor y deseos de que nuestro pueblo se de la mano a pesar de que cada quien piense diferente. Y a veces agradezco a la vida que me permitió transformar mi dolor en lucha para que el “Nunca más” asegure que los niños de hoy y del futuro no sufran lo que sufrió Guido.
Me hace feliz que me sientas tu “abuela” porque sí lo soy si ello te hace pensarme como tal.
Espero conocerte algún día para darte el abrazo de abu.
Con mucho amor,
Estela B. de Carlotto
Presidenta
Abuelas de Plaza de Mayo
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