Buscar trabajo no es una tarea fácil. Para comenzar a hablar del tema, dejemos planteadas dos situaciones. La primera: una persona tiene un empleo que no le gusta, pero quiere conseguir el puesto que siempre soñó, aunque su trabajo actual esté bien remunerado. La segunda: un trabajador desocupado, que busca trabajo en su área de estudio, pero en todos los avisos referidos piden poseer experiencia, que él no tiene.
En ambos casos, el trabajador necesita empleo. En los dos, también se plantean dificultades que la mayoría de las personas vivimos alguna vez. Por un lado, es claro, la mayoría de las empresas quieren contratar trabajadores con experiencia. Ahora, entendiendo este punto, se abre la cuestión: No tengo experiencia, pero… ¿quién me la da?
Existen diversos programas de pasantías que ofrecen grandes empresas. Éstas son de corta duración, con posibilidad de renovación del plazo, para las cuales se ofrecen sueldos bajos por ser jornadas laborales part-time. Siempre son una buena opción para empezar si no nos corre el problema económico, pero debemos tener en cuenta que a este tipo de puesto aplican muchísimos estudiantes, por lo que se hace difícil conseguirlo.
Hablemos del otro caso: no tengo tiempo para trabajar sin que me paguen, necesito ganar dinero, pero anhelo trabajar de lo que me gusta. Hay que tener en cuenta que existen varios tipos de trabajo. Por ejemplo, está el trabajo “de paso” que nos permite tener un buen pasar económico pero no nos apasiona; también podemos distinguir el trabajo que nos agrada pero nos da poco dinero “casi ad-honorem”; y por último el trabajo soñado que es el que nos permite trabajar de lo que queremos y está bien pago.
Es posible que a lo largo de la vida laboral debamos pasar por cada uno de esos tipos de empleo y también, probablemente, estemos mucho tiempo trabajando en cualquier puesto que no sea el deseado, hasta llegar al trabajo que podemos llamar “ideal”. En ese camino, aparecen dudas, tristeza por no conseguir lo que buscamos, decepciones por no quedar seleccionados en las entrevistas. Pero también podemos optar por aprovechar todo lo bueno que nos deja el “trabajo de buscar trabajo” .
Si ya estamos emprendidos en la búsqueda laboral, tengamos en cuenta que hay muchos factores que los agentes de recursos humanos evalúan a la hora de darle el sí a un trabajador. La decisión de tomar o no a un empleado no siempre tiene que ver con una deficiencia en el currículum del mismo, tampoco con alguna falta o debilidad personal. A veces, el perfil simplemente no coincide con el que la empresa busca. La pregunta es: ¿cuál es dicho perfil?
Luego de consultar varios sitios en los que enseñan consejos para una exitosa búsqueda, aparecen cuatro factores que influyen directamente sobre la decisión. En primer lugar, la actitud positiva del candidato. Si el mismo no concurre al encuentro convencido de que él es el trabajador indicado, y que es quien mejor logrará cumplir con los objetivos propuestos, no conseguirá el puesto. Este un factor decisivo que rápidamente queda al descubierto. Luego, la capacidad de adaptación a grupos de trabajo. Muchas empresas adoptan modalidades de trabajo cooperativo, por lo que buscan perfiles que se amolden al carácter del grupo de trabajo y que aporten a éste positivamente. En tercer lugar, la cordialidad y la pulcritud con la que nos presentamos a la entrevista. Ambos puntos determinan el interés del candidato por el puesto. Por último, debemos saber desplegar con soltura nuestras habilidades logrando que en el tiempo que dure la charla, el entrevistador pueda conocer sobre nuestra persona: para lo demás, ya tienen los datos en el currículum vitae.
El que espera desespera, dicen. Mientras la búsqueda no dé resultado, formate, hacé cursos, leé libros. Todo sirve para ser un gran profesional. De esa manera podremos llegar a la próxima entrevista laboral con la frente en alto, sin halos de desesperación y con la famosa actitud que seduce a las empresas: “soy el empleado que ustedes buscan.”.
Algunos consejos:
-Tomate media hora por día para chequear portales de empleo.
-Si todavía no lo hiciste, unite a LinkedIn.
-Se deben tener en cuenta todos los canales: redes sociales, contactos personales, empresas de selección y candidaturas espontáneas.
-Sos tu mejor negocio, invertí en vos; si no lo hacés, nadie lo hará.